Este ascenso confirma el cambio de tendencia iniciado en 2015, cuando se cortó una racha de siete años consecutivos de bajadas en el importe de operaciones electrónicas y, según explica el organismo gobernado por Luis María Linde, la "práctica totalidad de los pagos procesados se tramita sin que se produzca ningún intercambio físico de documentos.

El número total de operaciones acometidas bajo este sistema en el conjunto del ejercicio ascendió a 1.745 millones de operaciones, un 2,64% más, lo que arroja una media de 923 euros por operación, frente a los 919 euros registrados en 2015.

Las transferencias y los 'adeudos' o domiciliaciones son los principales instrumentos procesados por el SNCE en términos de número de operaciones, que representan más del 97% del total y con una tendencia ascendente. En lo que se refiere a importes, destacan las transferencias, con una cuota del 63,3%, seguidas por domiciliaciones y cheques, con un 18,9% y un 15,2%, respectivamente.

En cuanto a importes medios por operación, el mayor monto corresponde a los cheques, con 5.342 euros, seguidos por los traspasos (2.031 euros) y adeudos directos (256 euros). No obstante, el uso de cheques sigue descendiendo de forma continuada, con un 5,4% menos de talones procesados y un retroceso del 1,7% en importe.

El SNCE, creado en 1990, es la principal infraestructura para el intercambio y la compensación de pagos minoristas en España. El sistema está basado en redes de comunicación electrónica y en el uso de una única plataforma técnica para el intercambio, compensación y liquidación de las operaciones.

Está gestionado por la Sociedad Española de Sistemas de Pago (Iberpay), empresa privada cuyos accionistas son las entidades que participan en el SNCE.

OPERACIONES FRAUDULENTAS

La memoria del Banco de España también recoge los datos de fraude con tarjetas bancarias en 2016, cuando se produjeron un total de 888.000 operaciones fraudulentas con tarjetas emitidas en España, por un importe en el entorno de los 56 millones de euros.

Estas cifras suponen una tasa de fraude del 0,021% en número de operaciones y del 0,022% en términos de importe. En relación al año anterior, la tasa de fraude se ha incrementado ligeramente en términos de operaciones (0,018% en 2015), mientras que se ha mantenido en un nivel similar en importe.

En el caso de las operaciones realizadas a través de internet, la tasa de fraude ha descendido hasta el 0,164%, desde el 0,179% anterior, en términos de importe, aunque se ha incrementado en lo que respecta al número de operaciones fraudulentas.

Del total de operaciones fraulentas, el 69% corresponde a la operativa a distancia (internet o llamadas telefónicas), frente al 28% en comercio físico y al 3% en cajeros. En términos de importe, el fraude en las compras a distancia supone el 64%, seguido del realizado en TPV físicos (28%) y cajeros automáticos (8%).