En la advertencia de toda cajetilla se pudo leer durante muchos años que el tabaco perjudica seriamente la salud. De lo que no alertaba es que también perjudica, y mucho, el bienestar financiero. El gasto de un fumador que esté habituado a fumar una cajetilla diaria asciende a unos 1.825 euros anuales, dependiendo de la marca. Para muchos, esa cuenta es un elemento motivador añadido para tomar la decisión. Más aún si han hecho los cálculos de cara a los próximos 20 años: 44.300 euros de ahorro.

 

Pero, ¿qué pasaría si fuesen invirtiendo mes a mes ese ahorro en lugar de dejarlo en la cuenta corriente? Los 5 euros de gasto diario, que suman un total de 152 al mes, invertidos en un producto que aporte una rentabilidad anualizada del 6,6% de forma constante (es una cifra elevada, pero en línea con la rentabilidad real que ha ofrecido la bolsa americana a largo plazo), darían como resultado al cabo de 20 años nada menos que 86.200 euros.

Si dejas de fumar, ahorras; si lo inviertes, la magia del interés compuesto y el largo plazo puede duplicar ese ahorro, como en el ejemplo anterior.

 

El tabaco es solo un ejemplo, pero se trata de una operación que podría llevar a cabo cualquier no fumador que ahorre e invierta 5 euros al día. Si quieres hacer cálculos de cuánto podrías tener en el futuro si inviertes una cantidad al mes, en función de tus posibilidades, puedes hacerlo con esta píldora que te traemos Invertia y Finect.

 

 

 

Pero hay más: si el exfumador del ejemplo sigue la misma tónica durante 10 años más, al cabo de los 30 años habrá conseguido algo más de 200.000 euros. Y lo habrá hecho con el esfuerzo de ahorrar 5 euros al día, es decir, aportando un total de 74.000 euros de ahorro en esa treintena que, gracias a la rentabilidad le habrán reportado el resto, más de 100.000 solo por invertir.

 

¿Qué es eso del interés compuesto?

 

Si en un trato alguien nos ofrece un 10% de lo que gane, lo primero que esperaremos es que sea mucho, por la simple razón de que el 10% de 1.000 no es lo mismo que el 10% de 100.000 euros.

 

Con las inversiones sucede lo mismo, la misma rentabilidad sobre una mayor cantidad invertida generará más euros. Al invertir a largo plazo e ir haciendo aportaciones periódicamente, si no sacamos nuestro dinero, vamos generando un montante cada vez mayor. Cada año que pasa, ese 10% generará dinero que se añade a nuestro colchón. Así que al año siguiente ganaremos el 10% sobre lo que teníamos invertido y sobre lo que se nos había generado el año anterior. Y así, sucesivamente.

 

De ahí que, si conseguimos un producto que nos dé un 10% de rentabilidad anualizada, en solo 7 años habremos duplicado nuestra inversión.