Después de que los analistas de Credit Suisse y HSBC respaldaran la cotización de Repsol con mejoras en sus respectivas recomendaciones sobre la compañía, ahora ha sido el turno de Fitch, que ha mejorado la calificación crediticia de la petrolera, desde F3 a F2, manteniendo su rating a largo plazo en 'BBB', con perspectiva positiva.

La petrolera se ha revalorizado más de un 6,5% hasta el cierre del miércoles, frente a las caídas del 3% que acumulaba el Ibex 35 en el periodo. Uno de los motivos de este repunte puede ser generado por los resultados del primer semestre y el anuncio de la compra y amortización del 5% del capital social.

Otro de los catalizadores fundamentales para continuar con la tendencia positiva es el precio del crudo, donde pensamos que tiene un precio objetivo superior al que cotiza a día de hoy.

El primer objetivo lo situamos en los 15 euros por acción, coincidente en la convergencia de medias, donde nos encontramos con una resistencia psicológica importante.

En el caso de que el riesgo por su exposición a Venezuela o su mayor debilidad en los márgenes de refino pueda afectar de manera significativa a su cotización, situaríamos el 'stop loss' en los 13,28 euros por acción.