Las acciones de Fluidra valen la mitad de lo que valían a mediados de 2021, experimentando una caída consecuencia de la ralentización de la demanda de piscinas. Esto se debe a unas muy buenas métricas impulsadas por la demanda tras el covid, cuando se esperaba pasar mucho más tiempo en casa y las ventas aumentaron un 50%.
Esto provocó que los inversores estimaran unas ventas fuera de lo normal. Ahora que las cifras se han normalizado los inversores no terminan de confiar en la compañía y se han reducido sus expectativas de crecimiento. Sin embargo, el carácter familiar de la empresa y el buen modelo de negocio le convierten en una oportunidad de cara a 2024.
La empresa ha conseguido equilibrar el exceso de inventario y a pesar de la caída del volumen de piscinas en 2023 pudieron aumentar los precios. Esto reafirma la búsqueda de márgenes a pesar de que esto conlleve a unas menores ventas totales. Además, la caja generada se ha aprovechado para reducir la deuda.
Por otro lado, se espera una estabilización de las ventas que le podrán permitir seguir aumentando precios e incrementar ligeramente el margen. Si consigue un beneficio por acción de 1,2 euros, en línea con su guidance, y le aplicamos un múltiplo de 20 veces tendríamos un precio objetivo de 24 euros. Desde los niveles actuales, esto supone un potencial del 20%.
El precio de la acción se encuentra envuelto en una tendencia alcista en la que se está tomando un descanso. Cercano a la zona de soporte, parece que la tendencia alcista recobrará fuerza debido a que el ADX se está dando la vuelta hacia niveles de mayor intensidad.
Por encima de 20, esa tendencia es débil pero tiene cierta fuerza, aunque habrá que ver si supera el nivel de 25, lo que confirmaría un rebote amplio. Con estos patrones, todo parece indicar que el precio se dirige hacia los 24 euros por acción en el corto-medio plazo.
*** Javier Cabrera es analista de XTB.