Richard Clarida, vicepresidente de la Reserva Federal desde 2018, se suma a los ya dimitidos presidentes regionales de la misma institución, Rosengren y Kaplan, en la polémica por operaciones dudosas en 2020. 

En concreto, sacó entre 1 y 5 millones de dólares (en sus declaraciones personales sólo están obligados a indicar un rango) de un fondo de bonos y los pasó a uno de acciones un día antes de que Jerome Powell emitiera un comunicado en el que señalaba una posible acción política a medida que empeoraba la pandemia. 

Cambió renta fija por renta variable, en un movimiento que puede ser considerado muy especulativo teniendo en cuenta que es muy probable que él conociera de la declaración que haría Powell.

De las cinco operaciones similares que realizó en 2020, la que se considera polémica es la que hizo el 27 de febrero de 2020, ya que al día siguiente, viernes, J. Powell tomó la inusual medida de publicar un comunicado diciendo que el coronavirus presentaba "riesgos en evolución para la actividad económica"

En la misma declaración, Powell dijo que la Fed estaba "monitorizando de cerca los desarrollos y sus implicaciones para las perspectivas económicas". Y el martes siguiente, 3 de marzo, la Fed anunció un recorte de tipos de medio punto luego de una reunión de emergencia del Comité Federal de Mercado Abierto. 

Quién es Clarida 

Richard Harris Clarida es economista por la universidad de Illinois y doctor en filosofía por Harvard. Está considerado como un erudito autor de numerosos artículos académicos. 

En su carrera profesional ha sido profesor (y presidente del Departamento de Economía de la Universidad de Columbia), subsecretario del Tesoro y consultor en varias firmas privadas, también fue asesor en PIMCO (uno de los fondos de inversión en renta fija más importantes del mundo). 

Es, como Powell, un republicano que formó parte de la Administración de George W. Bush y que está en su actual cargo nominado, también como Powell, por el expresidente Donald Trump. 

Suma y sigue 

Recopilando, en el último mes se ha sabido que el entonces presidente del Banco de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, compró y vendió al menos 18 millones de dólares en acciones individuales en 2020

También que el presidente del banco de la reserva federal de Boston, Eric Rosengren, compró y vendió valores respaldados por hipotecas, un tipo de deuda que la Fed está comprando a una tasa mensual de 40.000 millones de dólares. 

Ambos no vieron ningún problema en sus operaciones a pesar de que el código de la Fed es muy claro para sus directivos: "Deben evitar participar en cualquier transacción financiera cuyo momento pueda dar la impresión de estar actuando con información privilegiada sobre las deliberaciones y acciones de la Reserva Federal".

El código también dice: "Un empleado debe evitar cualquier situación que pueda dar lugar a un conflicto de intereses real o incluso la apariencia de un conflicto de intereses". 

Al final, tanto Kaplan como Rosenberg anunciaron su dimisión

En medio de este escrutinio salió a relucir el nombre de Thomas Barkin, presidente de la Fed de Richmond que, antes de haber llegado a ese puesto se desempeñó seis años como director financiero y tres años como director de riesgos en la consultora McKinsey. 

En ese cargo asesoró a la empresa Purdue, actualmente en quiebra, que está demandada por sus prácticas de venta supuestamente agresivas y engañosas de opioides, tema muy sensible en los EE.UU., dado su excesivo uso y su relación con el fallecimiento de pacientes. 

Trascendencia política 

Más allá de lo sospechoso que pueda resultar que el vicepresidente de la Fed apueste por invertir en acciones justo el día antes de una declaración de Powell anunciando medidas que las hicieron subir, también lo es que todo esté saliendo cuando Biden tiene que decidir, contra una parte de su propio partido, si renueva o no a Powell

Atacar a Clarida, cuya carrera política e ideología, es tan similar a la del actual presidente de la Fed, y es, como él, un varón blanco, republicano y millonario que está en el cargo gracias a Trump, está muy cerca de atacar al mismo Powell. 

Aunque la Fed ya ha declarado que Clarida no tuvo contacto con ningún otro miembro de la Junta de gobernadores de la Fed antes de la operación del 27 de febrero, no es descabellado pensar, tras lo que hicieron Kaplan y Rosengren, en una dimisión.

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