La pandemia ha sido el evento más deflacionario de la historia moderna al obligar a hacer un bloqueo sin precedentes de la economía mundial. Un evento que supuso la final etapa épica de la burbuja crediticia global posterior a 2008 cuando fluyó una liquidez récord hacia todas las clases de activos, garantizando mayor deuda. 

Exactamente el mismo sistema de rescate que hemos visto por parte de los bancos centrales varias veces durante las últimas décadas. 

Ahí tenemos el claro ejemplo de China Evergrande, una promotora inmobiliaria que ha acumulado cada vez más deuda hasta que se ha hecho insostenible e impagable, y que ha hecho que el valor de sus activos ahora haya caído por debajo de los pasivos, lo que genera un capital negativo e inminente default

La mayoría de los expertos afirmaban la semana pasada que el gobierno chino nunca permitiría que Evergrande incumpliera sus deudas. Sin embargo, esta semana la empresa ya ha comenzado a incumplir su calendario de pagos y, ahora, estas mismas personas afirman que Evergrande no es comparable con Lehman Brothers. Afirman que se trata de un evento aislado que no tendrá impactos sistémicos. 

Síntoma de un problema mucho mayor

El problema es el riesgo moral y el hecho de que los bancos centrales hayan orquestado rescates monetarios sin parar desde 2008. Ha hecho que los inversores ya no teman al riesgo o al apalancamiento. De hecho, los adoran y se van a la cama con ambos. Por eso, los mercados no se han desplomado esta semana con la noticia del impago de intereses y de la recomendación por parte del banco central de China a sus bancos nacionales de que se preparen para una posible caída desordenada de Evergrande a la par que inyectaban 71.000 millones de dólares en ellos desde el sábado pasado.

Por otro lado, la Fed advirtió esta semana que la reducción gradual del programa de compras de deuda se plasmará en su próxima reunión, que está a solo cinco semanas de distancia y dejaron ver que estaban más preocupados por la inflación que por las fichas de dominó que ya caían en China. No hubo una sola mención de Evergrande o al posible contagio. 

Justo el mismo ambiente que se vivía cuando quebró New Century en abril de 2007 o la Fed tuvo que salir al rescate de Bear Stearns y lanzar a sus poderosos caballeros de Bank of America para salvar a Countrywide y Merrill Lynch mientras que el Tesoro estadounidense hacía lo propio con AIG, Fannie Mae y Freddie Mac.

Hay una ingente cantidad de inversores, sobre todo de recién llegados en los últimos años, que les han dicho que deben poseer acciones sin importar cuánto riesgo haya en el mercado. Se les ha lavado el cerebro para creer que comprar y vender es la única forma de aumentar la riqueza. Lamentablemente, pronto serán desengañados de este error.

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