Con bastante contundencia podríamos afirmar que durante el año 2020 (y lo que llevamos de 2021) hemos vivido excesivos eventos históricos y demasiadas cosas nos han ocurrido por primera vez. Además, estos eventos y acontecimientos sin (casi) precedentes han tenido un sesgo, normalmente, entre negativo y tremendamente negativo.

En el sector bancario y, en particular, en el mundo de las inversiones, hemos tenido también unos cuantos eventos históricos. Sin embargo, en este caso, el sesgo no ha sido negativo. Ni mucho menos. Si acaso, podríamos calificarlos de turbulentos, volátiles, rápidos…

Pero si tuviera que quedarme con una noticia positiva de los últimos meses en este capítulo profesional, sería el incremento de personas que han empezado a invertir (o a optimizar sus ahorros).

En el sector bancario y, en particular, en el mundo de las inversiones, hemos tenido también unos cuantos enventos históricos

Las razones para este incremento pueden ser varias, y según el instrumento financiero que analicemos, veremos que cambian. En cualquier caso, lo importante es que hoy hay más ciudadanos que ponen su ahorro a trabajar. Más ciudadanos también con un plan de ahorro periódico. Y más ciudadanos con parte de ese ahorro invertido (optimizado a medio y largo plazo).

Y algunos de los que no han comenzado a planificar sus ahorros e inversiones, puede que estén reflexionando en este preciso momento en cuándo y cómo hacerlo.

Ante esta necesidad, nuestra responsabilidad, a la hora de gestionar activos y asesorar a los clientes se traduce en:

1) Dar las opciones correctas a los nuevos y potenciales clientes.

2) Ofrecerles la máxima excelencia a nuestro alcance en cuanto a los recursos de inversión (internos o externos o internos y externos).

3) Proporcionarles un número limitado de opciones para asegurar que no provocamos confusión (¿ayuda a este nuevo cliente un listado interminable de soluciones de inversión?).

4) Con el coste más ajustado posible.

5) Con la máxima transparencia y sencillez en la explicación.

¿No será que estos temas nos importan más a los profesionales del sector que a estos nuevos y potenciales inversores?

Estos cinco puntos (y seguro que podrían enumerarse muchos más) difieren, sin duda, de las tribunas y columnas de opinión que se han podido leer en las últimas semanas (y que se producen todos los años por estas fechas). Estos textos generan, en mi opinión, una sensación de mareo en el nuevo o potencial inversor.

Que si invertir en fondos ¡no!, lo cool es hacerlo en ETF. Que si clases limpias (¿o sucias?) de fondos. Que si los planes de pensiones ya no merecen la pena. Que si unas gestoras han perdido activos bajo gestión en 2020 y otras los han ganado. Que si las focus list son el mal y un buscador de fondos kilométrico es la panacea.

Primero: ¿No será que estos temas nos importan más a los profesionales del sector que a estos nuevos y potenciales inversores?

Segundo: No es que esas discusiones o conceptos sean incorrectos; es, simplemente, que el contexto está mal planteado.

Lo que necesitan los nuevos y potenciales ahorradores e inversores no es otra cosa más que saber en qué y cómo invertir

Tercero: Lo que necesitan los nuevos y potenciales ahorradores e inversores es que les ayudemos, desde esta industria, a planificar sus ahorros y a invertir. Y, sobre todo, que no les espantemos con palabros, tecnicismos y discusiones prosaicas que tienen nula importancia para ello. En definitiva, lo que necesitan no es otra cosa más que saber en qué y cómo invertir.

¡Qué gran oportunidad para nuestra industria este aumento notable en el porcentaje de españoles que empiezan a ahorrar e invertir para su futuro! Es un gran momento para que, de una vez por todas, podamos centrarnos en explicar de manera sencilla y transparente a todos los ahorradores y potenciales inversores qué pueden hacer y cómo pueden hacerlo, sin que importe que este cliente se lo lleve el de enfrente.

Si seguimos esta línea, este invertirá conmigo y el siguiente contigo. O al revés. Pero nuestra industria crecerá y todos ganaremos.

***Gonzalo Pradas es director de Openbank Wealth