El mundo está claramente mucho mejor que hace un trimestre, ya que parte de la actividad económica se ha recuperado, las muertes por el Covid-19 se han moderado y las grandes farmacéuticas han progresado en el desarrollo de una vacuna. Los mercados, a su vez, comenzaron a recuperarse mucho antes gracias a cantidades gigantescas de estímulo monetario y fiscal.

Sin embargo, la economía todavía se enfrenta a una serie de desafíos. La tasa de desempleo en la mayoría de los países sigue siendo elevada y sin ayudas adicionales es probable que el número se incremente de nuevo. La única manera de recuperar tierra perdida es volver a la normalidad, algo que no se ve factible hasta la aparición de una vacuna viable.

Otro problema grave es el nivel de endeudamiento tanto por parte de los gobiernos como del sector privado. Se estima que empresas de todo el mundo asumirán hasta 1 billón de dólares de deuda adicional en 2020 para afrontar las consecuencias de confinamientos obligatorios.

Las empresas más vulnerables desde el punto de vista financiero tienden a invertir y contratar menos

La forma en que los países manejen este deterioro de los balances tendrá importantes implicaciones para las perspectivas macroeconómicas, tanto a corto como a medio plazo. Es importante mencionar que las empresas más vulnerables desde el punto de vista financiero tienden a invertir y contratar menos que las empresas con una posición financiera sólida.

Por el lado positivo, podríamos añadir que muchos de los nuevos préstamos incluyen un período de gracia de un año, característica que ayuda a reducir la carga de la deuda a corto plazo. Aun así, para repegar esta deuda las empresas necesitaran como mínimo regresar a los niveles previos al Covid-19 y para ello se necesita una recuperación económica.

En este contexto, muchos preguntan: ¿Dónde invertir para dormir tranquilo?

La respuesta es que no existe una herramienta universal que resuelva absolutamente todas las tareas y al mismo tiempo no conlleve riesgos.

Los bonos soberanos ofrecen menos protección en una cartera equilibrada contar cualquier deterioro de perspectivas económicas

Por un lado, se encuentra el oro que protege de la inflación, así como riesgos geopolíticos. Cuando los mercados de valores caen bruscamente, el oro tiende a mantener su valor o tiene movimientos muy pequeños hacia arriba o hacia abajo.

Los precios del oro alcanzaron máximos históricos en agosto, como consecuencia de la expansión fiscal y monetaria y las tasas de interés históricamente bajas. Su precio sigue siendo razonable si asumimos que tarde o temprano habrá otro estimulo por parte de la Fed o el BCE, combinado con un debilitamiento del dólar estadounidense.

Otro instrumento podrían ser los bonos de alta calidad. El problema está en que las tasas de interés y los rendimientos de los bonos se encuentran en mínimos históricos, por lo que las acciones ofrecen un potencial de rendimiento superior en comparación con los bonos. En estos bajos niveles de rendimiento, los bonos soberanos ofrecen menos protección en una cartera equilibrada contra cualquier deterioro de las perspectivas macroeconómicas. Además, si hay inflación real, su valor podría caer significativamente.

Una tercera alternativa son las acciones de empresas fiables con negocios estables que pagan buenos dividendos. En la situación actual, lamentablemente no existe ninguna compañía que sea absolutamente estable. Además, la economía parece seguir una recuperacion en forma de K.

En la situación actual, lamentablemente no existe ninguna compañía que sea absolutamente estable

Las compañias que apuntan hacia arriba son las que se han beneficiado de la pandemia: tecnología (FAANG), entretenimiento (Netflix, Walt Disney), grandes farmacéuticas (Moderna, Johnson & Johnson, Merck & Co., Pfizer, AstraZeneca, así como las tiendas minoristas en línea (Amazon, Shopify). El resto de las compañias han ido en direccion contraria.

En resumen, no hay un instrumento que podría garantizar ganancias sin riesgos. Es importante seguir la estrategia de diversificación y actualizar la cartera cuando sea necesario. También hay que analizar si las compañías detrás de los instrumentos adquiridos tienen futuro.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.