El cuerpo humano está compuesto en un 60% del agua. Dependiendo de la etapa de la vida, esta proporción varía entre el 50% y el 70%. Una persona puede vivir sin tomar agua entre dos y siete días, mientras que sin comida puede llegar a estar entre cuatro y seis semanas. De tal manera que el agua es un bien imprescindible y mucho más importante y escaso.

Muchos futurólogos predicen guerras de agua en el futuro cercano, al menos si no se encuentra la manera de abastecer a la población de más de 8.000 millones de personas. Al mismo tiempo, el cambio climático y la degradación ambiental están alterando la disponibilidad y calidad del agua regional y estacional. Actualmente, 2.200 millones de personas no tienen acceso a agua potable gestionada de forma segura, y 4.200 millones, o el 55% de la población mundial, carecen de un saneamiento gestionado de forma segura.

Según el estudio de The Guardian, millones de estadounidenses corren el riesgo de ser desconectados del suministro de agua debido al incremento del precio de las facturas. En 2019, los estadounidenses pagaron un promedio de 104 dólares al mes o 1.250 dólares al año por el agua. Y, desde 2012, la factura del agua aumentó un 31%, superando la inflación.

Un vaso de agua sobre el que cae un chorrito del líquido elemento.

Entre 2010 y 2018, la factura del agua aumentó un 154% en Austin, Texas, de 566 dólares en 2010 a 1.435 dólares en 2018, a pesar de los esfuerzos de mitigación de la sequía. La demanda de agua doméstica, a su vez, creció un 600% entre 1960 y 2014, a un ritmo significativamente más rápido que el de cualquier otro sector.

En India, las reservas de agua subterránea empezaron a agotarse desde hace años. Según los estudios del Banco Mundial, la extracción de agua subterránea para usos agrícolas en India se había multiplicado por siete en los últimos 50 años. Junto con ello, India extrae cada año más agua subterránea que EE. UU. y China juntos.

En resumen, la demanda de agua se ve restringida por su baja calidad. Además, se está provocando un deterioro de los recursos de agua dulce en términos de cantidad (acuíferos sobreexplotados, ríos secos, etc.).

En este contexto, la inversión en agua es la inversión en el futuro. Entre los principales índices bursátiles asociados al agua destacamos el S&P Global Water Index, que proporciona una exposición transable y líquida a 50 compañías de todo el mundo que están involucradas en las industrias relacionadas con el agua.

También Palisades Water Index, un índice bursátil ponderado y emitido en dólar y Société Générale World Water Index, los índices WOWAX están formados por las 30 empresas más grandes en los campos de los servicios públicos de agua.

***Igor Kuchma es analista de Trading View.