El arranque de las bolsas en septiembre se prevé convulso, con tipos de interés bajos. La volatilidad de ha adueñado de los mercados en el final de agosto, y se refleja en el caso del selectivo español en una caída del Ibex 35 superior al 2%, lejos de otros índices.

Esta madrugada, el euro ha acariciado la cota de los 1,20 dólares, divisa que continúa muy marcada por los planes de la Fed. Es algo que no ocurría desde primavera de hace dos años, cuando la guerra comercial entre Estados Unidos y China aún no había detonado pero empezaba a plasmarse en los mercados.

La presión alcista en el mercado de deuda persiste sobre los tipos, propiciada por las malas perspectivas económicas y la tolerancia de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) con la inflación. Y es que el bono estadounidense sigue por encima del 0,7% y ha subido un punto básico, cuando español superó el lunes el 0,4% por primera vez desde el mes de julio. En todo caso, la prima de riesgo resiste en torno a los 80 puntos, eludiendo una presión añadida por los rebrotes de la Covid-19.

Igualmente el índice Caixin PMI del sector industrial plasma un buen comportamiento, animado por los buenos datos de la producción industrial en China, que recupera el sector a pasos agigantados. De hecho, este índice ha marcado su mejor cifra desde 2011, mientras que en Europa se veían ayer ganancias sólidas y Wall Street cerraba a la baja. De esta manera, los mercados asiáticos pudieron corregir las caídas de América y Europa.

Al Banco Central de estados Unidos no le urge en absoluto subir los tipos y el euro se ha revalorizado hasta un 12% desde el inicio de la pandemia. El petróleo, por su parte, se ha encarecido un 1% y se acerca otra vez a los 46 dólares por barril de Brent.

Lo cierto es que los mercados se ponen en guardia ante la persistente debilidad del dólar. El euro roza los 1,20 dólares por primera vez en cerca de dos años y medio, y el índice dólar cae a niveles de hace dos años. Lo peor podría estar por llegar aún si fructifican las presiones bajistas actuales contra el dólar, las mayores en una década. Algunas firmas llegan a vaticinar desplomes de hasta el 36% en el dólar. La continuidad del goteo bajista en la cotización del dólar ha dejado de ser una novedad. La novedad está en la nueva barrera que ve peligrar en su caída.

Las primeras horas de la jornada inaugural de septiembre han otorgado un castigo adicional al dólar, hasta el punto de elevar la escalada del euro a 1,1997 dólares, a un paso de tocar la barrera de los 1,20 dólares.

El rally del euro roza el 7% en lo que va de año, y alcanza un porcentaje más contundente aún desde los mínimos registrados el pasado mes de marzo. La divisa comunitaria se ha disparado casi un 13% en poco más de cinco meses, desde que el 20 de marzo, en pleno derrumbe de los mercados a causa del coronavirus, cayera a 1,06 dólares.

La caída del dólar supera ya el 17% en su cruce con la libra desde los máximos que alcanzara la divisa estadounidense en su cruce con la moneda británica el pasado 19 de marzo. La libra se hundió entonces a 1,14 dólares. Hoy supera el nivel de los 1,34 dólares, sus cotas más elevadas desde el pasado mes de diciembre.

La debilidad de la divisa estadounidense hunde la cotización del índice dólar, el que mide su evolución respecto al resto de las principales monedas internacionales, a mínimos de dos años, en 91,7 puntos.

Menos oferta en dólares

El Banco Central Europeo (BCE), junto con el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón y el Banco Nacional de Suiza, en coordinación con la Reserva Federal de Estados Unidos, reducirán desde este martes la frecuencia de sus operaciones de liquidez en dólares con vencimiento semanal ante la mejora observada en las condiciones de acceso a la financiación en la moneda estadounidense.

Así, a partir de hoy las entidades solo celebrarán una única operación con vencimiento a siete días a la semana en vez de las tres subastas semanales de liquidez en dólares que se venían desarrollando "en vista de las continuas mejoras en las condiciones de financiación en dólares estadounidenses y la baja demanda en las operaciones recientes de suministro de liquidez en dólares con vencimiento reciente a siete días".

Por otro lado, los bancos centrales subrayaron que mantendrán sin cambios la subasta semanal en dólares con un plazo de vencimiento de 84 días. Asimismo, han alertado de que se están preparado para "reajustar" la oferta de liquidez en dólares dependiendo de las condiciones de mercado.

El pasado 20 de marzo, ante las turbulencias en los mercados por la incertidumbre relacionada con el impacto de la pandemia, los principales bancos centrales de las economías avanzadas lanzaron un plan coordinado con el objetivo de mejorar la provisión de liquidez en dólares mediante la celebración diaria de subastas de liquidez en la moneda estadounidense con un vencimiento a siete días.

Estas operaciones para la provisión de liquidez en dólares estadounidenses por un plazo de siete días se celebraron diariamente hasta el pasado mes de julio, cuando las entidades acordaron reducir su frecuencia a tres subastas semanales.

Las subastas son posibles gracias a las acuerdos swap de divisas que mantienen los bancos centrales con la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Según han explicado, este tipo de líneas sirven como "un importante respaldo de liquidez para aliviar las tensiones en los mercados de financiación globales, lo que ayuda a mitigar los efectos de tales tensiones en el suministro de crédito a los hogares y las empresas, tanto a nivel doméstico como en el extranjero".

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