El Ibex ha estrenado la semana con una sesión de menos a menos todavía. El índice ha perdido los 9.500 puntos que lograba salvar el viernes con una caída que al cierre ha sido del 0,76% hasta los 9.437,7 puntos. La espera a la reunión del Banco Central Europeo (BCE), a la resolución del Brexit y a las previsiones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) han llevado a los inversores a ponerse a cubierto.

Tanto que solo cinco valores han cerrado en positivo la sesión de este lunes. Al frente de ellos, Ence, que con un 1,63% de ganancia ha alcanzado los 5,29 euros por acción. La compañía sigue dando bandazos de precio mientras se resuelve el litigio abierto por la concesión de los terrenos de su fábrica cabecera en la ría de Pontevedra. Además, hoy se ha publicado en prensa que la cotizada estaría trabajando para duplicar su capacidad instalada en generación de energías renovables.

El listado de alcistas se ha completado con Acciona (+0,58%), Amadeus (+0,39%), Enagás (+0,19%) y ACS, que ha terminado prácticamente en tablas en 40,14 euros por título.

Al otro extremo, la peor parte se la ha llevado Cellnex, que ha perdido un 3,96% al término de la sesión. El Sabadell, que ha anunciado un plan para renovar su red de cajeros, ha cedido un 2,44%.

Mientras tanto, Aena ha completado la terna de los retrocesos más abultados al caer un 2,09% bajo el peso de un recorte de recomendación de RBC hasta infraponderar, con un precio objetivo de 145 euros en lugar de los 155 por acción que hasta ahora marcaban. Esta nueva cota está más de un 11% por debajo de su cierre del viernes.

En el ámbito macroeconómico, la referencia más destacada ha sido el índice Sentix de confianza del inversor de la Eurozona. A pesar de todos los capítulos de incertidumbre que siguen pendientes de resolverse, el dato ha sido de solo -0,3 puntos frente al -2,1 que aguardaba el consenso de mercado. Sin embargo, el recorte de previsiones previo a la cita con el FMI que han protagonizado entidades como BBVA Research ha tensado los nervios en el parqué.

Por el mercado secundario de renta fija, los bonos españoles marcan una rentabilidad del 1,09% frente al 0,01% que marcan los 'bunds' alemanes. La brecha entre ambos tipos, que marca la prima de riesgo de los papeles emitidos por el Tesoro Público, se queda en 108 puntos básicos.