La fuga de volúmenes en la bolsa española sigue sin encontrar remedio. Ni la considerable rebaja de tarifas que BME, su sociedad rectora, ha puesto en marcha este año logra ponerle freno. Un 55,5% de la negociación sobre los valores del Ibex 35 se ha realizado fuera del mercado oficial regulado en los dos primeros meses del año, un porcentaje que supone 10 puntos más que en el mismo periodo de hace un año.

En enero y febrero del ejercicio pasado, un 45,3% de los volúmenes de negociación sobre las empresas que componen el Ibex 35 se realizaron a través de plataformas no reguladas, fuera del alcance directo de los pequeños inversores en la mayoría de los casos. En el arranque de 2019, la tortilla se ha dado la vuelta. Ahora, más de la mitad de las acciones que cambian de manos en el índice rey español lo hacen en plataformas al margen del mercado oficial supervisado, siempre según datos recogidos por la consultora Fidessa, especializada en el análisis de la fragmentación de los mercados de valores.

Hasta el 28 de febrero, las bolsas gestionadas por BME apenas retenían un 44,5% del volumen de las operaciones que se han celebrado sobre sus valores más pesados. Un porcentaje que, además, se coloca entre los más bajos de los vecinos europeos, pues solo el CAC 40 francés negocia menos en su plataforma de referencia. Un 38,6% en la Bolsa de París, según cifras recopiladas por Fidessa. Al otro extremo, el Ftse MIB italiano, que como viene siendo habitual marca los volúmenes más abultados en plaza oficial, con un 59,1% para la Bolsa de Milán.

El volumen de negociación acumulado hasta febrero en acciones de renta variable en las bolsas españolas has sido un 24,3% inferior al del mismo periodo del ejercicio anterior

La fuga hacia otras plataformas se produce, además, con una caída generalizada de negociación ante la opción de muchos gestores de ‘esperar y ver’ ante la multitud de incertidumbres geopolíticas que están aún por resolverse y cuyo desenlace es todavía difícil de preverLa guerra comercial, el Brexit, las citas electorales en España... todo ello ha contribuido a que el parqué español esté un poco más seco este año que el pasado.

Los números oficiales de BME también dan buena cuenta de esta situación. El volumen de negociación acumulado hasta febrero en acciones de renta variable en las bolsas oficiales españolas (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) ha sido un 24,3% inferior al de 2018. Es más, en el mes de febrero la caída ha sido de un todavía más abrupto 30,6%. Por lo que se refiere al número de operaciones, sin tener en cuenta precios, la caída es del 26,6% en el acumulado y del 37% si se compara febrero con febrero.

Si bien esta caída de volúmenes no hace más que dar continuidad a una tendencia que se viene produciendo desde hace tiempo, y especialmente desde la puesta en marcha de la directiva europea MiFID II, al inicio de este ejercicio se vuelve más llamativa por dos factores. El primero de ellos es la referida rebaja de tarifas que BME ha formulado para conseguir retener mercado. El segundo, que la temida ‘tasa Tobin’ prevista por el Gobierno de Pedro Sánchez que tanto amenazaba con encarecer la negociación sobre un nutrido grupo de acciones españolas ha quedado en suspenso por el rechazo a los Presupuestos y la consecuente convocatoria anticipada de elecciones.

MÁS VOLÚMENES OPACOS A LA LUZ

En estos dos meses, las plataformas que más han horadado el negocio de BME han sido las del grupo chicagüense CBOE. Por este orden, según los datos aportados por la consultora con sede en Londres, Cboe BXE (22,7%), Cboe APA (14,9%) y Cboe CXE (10,1%) son las que más volúmenes han movido sobre los valores del Ibex 35. Entre las tres suman un 47,7% del total del pastel, más de tres puntos por encima de lo que en este mismo tiempo ha logrado retener BME.

En cualquier caso, en este reparto de negocio no se han considerado los volúmenes que aportan los conocidos como internalizadores sistémicos (SI, por sus siglas en inglés). Estas nuevas estructuras de reporte de operaciones celebradas fuera del mercado oficial han sido introducidas por MiFID II para sacar a la luz unos volúmenes que hasta ahora se venían produciendo sin el conocimiento del conjunto del mercado. Si sus cifras se tienen en cuenta, el protagonismo de BME bajaría hasta el 39,9% este año y al 46,6% el anterior.

La CNMV ha advertido: "La negociación sujeta a reglas de mercado fuera de su mercado español de origen creció hasta alcanzar su máximo histórico"

En concreto, la rebaja de cánones de BME se centra en los valores más grandes de la bolsa española, que son precisamente aquellos en los que opera un mayor número de grandes gestoras internacionales y aquellos en los que más negocio estaba saliendo 'fuera de casa'. En las compañías con una capitalización superior a los 10.000 millones de euros -diez veces el umbral a partir del cual se había fijado la aplicación de la ahora moribunda 'tasa Tobin'-, la comisión para el rector del parqué oficial se ha reducido de 0,3 a 0,25 puntos básicos, tal y como figura en su catálogo oficial de tarifas para este año.

UN TOQUE DE ATENCIÓN

Sin embargo, este tijeretazo tiene unas condiciones muy específicas que se concretan en la formulación de órdenes de compraventa por al menos 6.000 euros en efectivo, horquillas de precio de no más del 0,15% para los valores del Ibex y presencia en el libro de órdenes durante un 85% de la jornada. Así se evita que el descuento se destine solo a operaciones puntuales, de manera que se facilita una mayor profundidad de mercado y una mejor ejecución por precios, pero se deja fuera a un nutrido número de partícipes del mercado.

Todo mientras la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que en más de una ocasión ha dado un toque a BME por sus tarifas de negociación, ha elevado el tono de alerta en lo que a la fragmentación del mercado se refiere. “Parece haberse acelerado, por lo que la negociación de valores españoles en otros centros distintos a su mercado de origen creció hasta alcanzar su máximo histórico en negociación sujeta a reglas de mercado”, señalaba en su última nota sobre estabilidad financiera. En el mismo documento, el organismo remarcaba que, aunque se trata de una tendencia compartida en Europa, al mercado español le afecta “por encima de la tendencia de conjunto”.

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