La volatilidad de Europa ha tenido su espejo al otro lado del Atlántico. Las caídas que a primera hora volvían a imponerse en la Bolsa de Nueva York, donde los renovados miedos a la guerra comercial volvían a surgir, han dado paso a tímidas ganancias al cirre. La voz de alarma la ha dado el índice de actividad manufacturera de China, que ha reflejado síntomas de contracción económica por primera vez en 19 meses. Un escenario que hacía temer el rebrote de las tensiones comerciales con EEUU y otros mercados.

Con este panorama, el rojo dominaba a primera hora y solo diez valores del S&P 500 lograban iniciar la sesión en positivo. Después, el verde ha cobrado algo más de fuerza y el agregado bursátil ha cerrado un 0,13% al alza en 2.510 puntos. El Dow Jones que coqueteaba con la entrega de los 23.000 puntos a primera hora ha acabado con una ínfima subida del 0,08%, que le ha permitido confirmar los 23.346 puntos. Mientras tanto, el tecnológico Nasdaq ha acelerado un 0,46% hasta los 6.665 puntos.

El sector farmacéutico se ha colocado bajo el foco de los inversores, dado que muchas compañías del sector estrenan nuevos precios para sus medicamentos con el cambio de año. Una de las que más productos ha encarecido es Allergan, con subidas de más del 10% para más de 20 drogas de su catálogo. Sus acciones han remontado un 1,66% este miércoles.

Los inversores pasan por caja en Netflix después de conocerse la factura que pasarán a la compañía sus dos principales directivos por haber alcanzado ciertos objetivos de negocio durante 2018. Tanto el director general Reed Hastings como el director de contenidos Ted Sarandos percibirán 31,5 millones de dólares a lo largo del año en recompensa por su gestión. Unas sumas que se desembolsarán en buena medida en acciones de una compañía que ha cerrado en tablas. Además, la compañía ha anunciado hoy el nombramiento de Spencer Neumann como director financiero en sustitución de David Wells, que llevaba en el puesto desde 2010, según ha confirmado en un comunicado.

Más fuerte es el castigo para Tesla, que ha retrocedido cerca de un 6,81% -y ha llegado a caer más de un 10% en sus cruces más bajos- después de haber frenado su ritmo de entrega de vehículos eléctricos. La compañía que dirige Elon Musk entregó 90.700 coches a lo largo del tercer trimestre, mientras que el consenso de analistas aguardaba cifras próximas a las 92.000 entregas. Para el famoso Model 3 tampoco se han cumplido expectativas: 61.394 frente a los 64.900 que se esperaban.

Por si fuera poco, el mercado tampoco se muestra entusiasta con el anuncio de que recortará en hasta 2.000 dólares el precio de algunos de sus modelos.

El protagonismo en el ámbito macroeconómico ha ido a parar al índice PMI de actividad en el sector manufacturero, que por una décima no ha sido capaz de colmar las previsiones de consenso de los analistas en 53,9 puntos básicos. De este modo, la referencia semanal de ventas minoristas Redbook ha pasado a un segundo plano a pesar de haber mejorado sustancialmente el registro previo desde un incremento del 0,1% hasta el 0,6%.

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