El mandatario realizó estas declaraciones en una entrevista publicada hoy en el diario Wall Street Journal, pocos días antes de viajar a Buenos Aires para participar en la cumbre del G20, donde está prevista una reunión bilateral con el presidente chino Xi Jinping para tratar de rebajar las tensiones comerciales.

Trump ha advertido de que si no se llega a un acuerdo con Xi para la apertura de su mercado a las exportaciones estadounidenses, proseguirá con su presión comercial sobre la segunda economía mundial.

En septiembre, EEUU impuso un arancel del 10% a 200.000 millones de dólares de importaciones chinas, y ha amenazado con gravar a 267.000 millones más.

"Si no logramos un acuerdo, entonces voy a poner también un arancel a los 267.000 adicionales" de o 10% o 25%, dijo al diario financiero.

En respuesta, Pekín ha criticado la agresiva política comercial de Washington "por sus dañinas consecuencias", y aplicado medidas recíprocas a más de 60.000 millones de dólares en importaciones estadounidenses.

Trump explicó que no tendría objeción en gravar los productos del gigante informático Apple, como iPhones o ordenadores portátiles, producidos en China y vendidos en Estados Unidos.

"Puede ser. Puede ser. Depende de cual sea la tasa. Quiero decir, puede ser del 10% y la gente lo podría soportar fácilmente", apuntó sobre la empresa con sede en Cupertino (California).

A las empresas que han expresado preocupación sobre esta creciente presión arancelaria, el mandatario les ofreció un solución sencilla: "Lo que les aconsejaría sería construir plantas en EEUU y fabricar el producto aquí".

EEUU exportó a China en 2017 productos por valor de 130.000 millones de dólares, mientras el gigante asiático lo hizo al mercado estadounidense por 506.000 millones de dólares.