La recuperación de la economía española está entrando en una fase de "madurez" en la que nuevos riesgos nublan las perspectivas a medio plazo, según advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI), que ha recortado su pronóstico de crecimiento para este año al 2,5%, frente al 2,7% que contemplaba en octubre, mientras que ha revisado al alza -es decir, para mal- sus proyecciones de déficit y deuda pública. Hace un mes, el organismo ya había reducido del 2,8% al 2,7% el crecimiento previsto para este año.

"Las difíciles reformas estructurales que España acometió en respuesta a la crisis financiera global continúan dando fruto, pero la recuperación económica está madurando y nuevos riesgos nublan las perspectivas a medio plazo", señala el FMI en las conclusiones sobre su análisis anual de la economía de España.

De este modo, la institución anticipa una moderación del crecimiento en 2018 mayor de lo previsto el pasado mes de octubre, reduciendo el ritmo de expansión al 2,5%, dos décimas menos de lo previsto anteriormente, mientras que ha confirmado su pronóstico del 2,2% para 2019 y pronostica una desaceleración de la actividad al 1,8% un año después, convergiendo en el medio plazo con su tasa potencial del 1,75%.

En cuanto a la situación de las cuentas públicas, el FMI ha empeorado sus pronósticos sobre la evolución del déficit, que ahora prevé que alcance el 2,8% del PIB en 2018 y el 2,4% en 2019, en ambos casos una décima por encima del nivel anticipado en octubre, mientras que en 2020 seguirá registrando un desequilibrio negativo del 2,4% del PIB.

Asimismo, la institución internacional ha revisado ligeramente al alza sus proyecciones de deuda pública para España, hasta el 97,3% del PIB este año y el 96% el siguiente, con una previsión del 94,8% del PIB para 2020. "Estas proyecciones reflejan un menor apoyo del entorno exterior y el debilitamiento de la demanda doméstica", ha indicado Andrea Schaechter, jefa de la misión del FMI en España.

Por su parte, el Consejo Ejecutivo del FMI, presidido por la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha destacado la "fortaleza continuada" del crecimiento de la economía española, así como la reducción del desempleo, que reflejan los mejores fundamentales, aunque advirtió de que, "a pesar de los logros, varios riesgos a la baja nublan las perspectivas a medio plazo".

En este sentido, el directorio del FMI ha alentado a las autoridades españolas a perseverar en las políticas y reformas dirigidas a mejorar de forma adicional la resiliciencia económica, reduciendo la deuda pública, mejorando la productividad, recortando la desigualdad y aumentando el empleo, especialmente entre los parados de larga duración y los jóvenes.

Asimismo, el órgano de Gobierno del FMI ha destacado el saneamiento del sector bancario español, señalando la importancia de una rigurosa gestión de la liquidez y de los riesgos aparejados a los tipos de interés ante una eventual normalización de la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). De este modo, la institución ha valorado positivamente el plan de las autoridades para crear una autoridad macroprudencial para abordar mejor los potenciales riesgos para la estabilidad financiera y expandir las herramientas macroprudenciales del Banco de España.

REDUCIR "MÁS RÁPIDO" LA DEUDA

Entre las demandas del FMI a las autoridades españolas, la institución señala la necesidad de reanudar el proceso de consolidación fiscal y de reducir "más rápido" la deuda pública, dando la bienvenida al objetivo de déficit del Gobierno para 2019.

En este contexto, el directorio del FMI recomienda a las autoridades españolas adoptar un paquete de medidas sólidas y un plan de acciones de contingencia en caso de registrarse potenciales insuficiencias fiscales.

LAS SUBIDAS DE INGRESOS AYUDARÁN

De este modo, el directorio del FMI ha tomado nota de los planes del Gobierno para captar ingresos adicionales, señalando que las medidas planteadas para elevar los ingresos pueden reducir el déficit, ayudar a financiar más gasto social y contribuir a reducir la deisgualdad, mientras alentó a las autoridades a recortar gradualmente los bienes y servicios que disfrutan de IVA reducido, así como a abordar las ineficiencias del sistema tributario y subir los impuestos medioambientales.

La responsable de la misión del FMI para España ha señalado que, dado el "nivel de riesgo" de la deuda pública, el país probablemente se vería forzado a recortar el gasto o subir los impuestos en caso de que la economía se viera afectada por futuras sacudidas, mientras que en caso de que la deuda y el déficit fueran inferiores España se encontraría en una mejor posición para estabilizar la economía y proteger a los ciudadanos de bruscos cambios en el desempleo. "Esto crearía el margen y los recursos que podrían usarse en el futuro cuando fueran necesarios", ha apuntado Schaechter.

PRESERVAR LA SOLVENCIA 

Por otro lado, el directorio del FMI ha subrayado la necesidad de "salvaguardar la viabilidad financiera del sistema de pensiones", señalando que vincular permanentemente su revalorización a la inflación, sin introducir medidas compensatorias, colocaría el gasto en pensiones en una "pronunciada trayectoria alcista", por lo que ha pedido una aproximación transparente, exhaustiva y equitativa a las reformas del sistema de pensiones.

A este respecto, Andrea Schaechter considera que las reformas de 2011 y 2013 abordaron las presiones financieras sobre el sistema de pensiones, aunque la aceptabilidad de dichos cambios ha sido puesta en entredicho por los ciudadanos.

"Está claro que serán necesarios más ajustes del sistema de pensiones", explica la funcionaria del FMI, añadiendo que, en su opinión, será "muy difícil" evitar completamente una reducción de las prestaciones en el futuro si no hay cambios fundamentales en las contribuciones al sistema y en el mercado laboral.

En este sentido, los dirigentes del FMI destacaron la fuerte creación de empleo registrada en España, lo que ha llevado a la institución a prever que la tasa de paro bajará este año al 15,6% y continuará disminuyendo los próximos años, situándose en el 14,7% en 2019 y el 14,3% en 2020.

De este modo, el FMI ha pedido al Gobierno "preservar el impulso de las anteriores reformas laborales", alentando a las autoridades a abordar la dualidad del mercado de trabajo, reforzar las políticas activas de empleo y mejorar los incentivos para una mayor movilidad laboral entre regiones, así como garantizar la flexibilidad salarial, subrayando que el aumento de los sueldos debería alinearse con el aumento de la productividad.

 

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