¿Al que no se puede perjudicar es al que ha cumplido con la norma¿. El consejero delegado de BBVA se suma a las voces de otros banqueros que estos días han criticado la posibilidad de que el Supremo aplique con retroactividad la medida por la que, en principio, la banca pagará el impuesto AJD de las hipotecas.

Torres confirma una ralentización en la firma de préstamos para vivienda a la espera de que el tribunal se pronuncie de forma definitiva el próximo 5 de noviembre. Y no descarta subidas en los precios a no ser que la guerra comercial impida estas subidas. ¿Hay que esperar a la decisión del Supremo, pero cada entidad tomará su decisión de cómo recalculan sus condiciones hipotecarias según cambian los costes¿, explicando que ¿cuando a cualquier sector le cambia la estructura de costes, afecta a su política de precios¿. ¿Es una situación inédita y habrá que esperar para ver el efecto en las dinámicas competitivas si cambia el criterio y tenemos que pagar los bancos, ha insistido el directivo.

Durante la presentación de resultados del BBVA a través de una webcast, el consejero delegado de BBVA ha querido recordar que ¿los bancos no hemos cobrado ninguna cantidad en relación a este impuesto¿, alineando su opinión con la de otros directivos que han explicado que ¿la exigencia del impuesto viene determinada por la regulación fiscal vigente desde hace muchísimos años, por todo el ordenamiento jurídico en su conjunto¿.

Torres también coincide con el nuevo mensaje lanzado el lunes por la AEB y las principales patronales bancarias, indicando que ¿en otros países europeos de nuestro entorno el sujeto pasivo siempre es el cliente, así como en las comunidades españolas con su propia normativa foral¿.

Ante una posible avalancha de reclamaciones, el directivo ha rechazado que ¿este sea un caso similar al de otros¿, como por ejemplo el de las cláusulas suelo, aunque reconoce que ¿derecho a reclamar tiene todo el mundo, pero no a que se penalice al que ha cumplido la ley, porque en eso precisamente consiste el principio de seguridad jurídica¿.

SIN PISTAS SOBRE LA SUCESIÓN Y APUESTA POR TURQUÍA

Carlos Torres no ha querido dar pistas sobre quién le sucederá en el cargo de consejero delegado cuando él pase a ocupar la presidencia del banco en sustitución de Francisco González, aunque ha dejado claro que ¿será alguien de la casa¿ en un ¿proceso de transición bien planificado¿. El nombramiento de su sucesor, que debe de contar con el visto bueno del Banco Central Europeo (BCE), se anunciará en este último trimestre del año.

Aunque no ha querido entrar a valorar la salida de Francisco González del banco en profundidad, sí ha asegurado que ¿me gustaría que ocupase la presidencia de honor¿.  "Ha habido aciertos y errores, nadie los va a negar", ha dicho el directivo sobre los años de presidencia de González, indicando que la transformación tecnológica para mejorar procesos seguirá siendo fundamental para la entidad. 

Torres ha admitido también que el banco ha pasado un "mal" momento durante el trimestre pasado en Turquía, pero ha asegurado que su apuesta por Garanti, del que controla un 49,85%, no ha variado. 

Según ha indicado el directivo, el escenario de incertidumbre que provocó que en un sólo trimestre la lira turca se depreciara más de un 20%, ha llevado al banco a elevar "bastante" las provisiones en el país. El beneficio de BBVA en Turquía descendió un 14,1% hasta septiembre, a 488 millones, debido al efecto negativo de la divisa, lo que situó todas las líneas de gastos en negativo, a pesar de que la actividad comercial haya sido buena.

Asimismo, Torres ha explicado que BBVA cuenta en Turquía con un "marco claro de refinanciaciones", opción a la que un banco se acoge cuando una economía entra en un periodo de recesión. "Estamos aplicando el marco de refinanciaciones como lo hemos hecho en cualquier otro mercado con problemas e igual que hicimos en España durante los peores años de la crisis", ha precisado.

Según ha explicado el primer ejecutivo de la entidad, este marco permite ayudar a los clientes viables a mantener su viabilidad en un momento en el que éstos puedan tener determinados problemas para asumir sus pagos dado un entorno económico difícil.

En opinión del banquero, las medidas que se están tomando en el país otomano van "en la buena dirección", si bien ha aconsejado perseverar en las políticas restrictivas. "No hay otro atajo, es el camino que hay que seguir", ha apostillado, al tiempo que ha asegurado que, pese a los desequilibrios acumulados, Turquía tiene un "enorme" potencial a largo plazo.