Wall Street sigue muy de cerca las caídas que este viernes viven los mercados europeos, después de que el Gobierno italiano presentase en la noche del jueves un objetivo de déficit mucho más laxo de lo esperado, y también de lo exigido por Bruselas.

La prudencia se impone en el cierre de semana y, tras una apertura bajista, el Dow Jones salva los 26.458 puntos, mientras que el S&P 500 se queda en 2.913 enteros. Por su parte, el tecnológico Nasdaq también borra las pérdidas iniciales al subir un 0,05% por encima de los 8.000 puntos.

El Dow Jones cierra con caídas superiores al 1% su peor semana desde el pasado mes de junio. En el conjunto del trimestre, las cosas han ido mejor para Wall Street. El S&P 500 acumula una revalorización superior al 7%, su mayor avance trimestral desde el cuarto trimestre de 2013. El Dow Jones suma avance del 9%, mientras que el Nasdaq gana un 7% en su noveno trimestre consecutivo de subidas. Tanto el Dow como el S&P han subido en 11 de los últimos 12 trimestres.

Fuera del panorama político internacional, con Italia como protagonista, los inversores castigan duramente a Tesla, después de que la SEC norteamericana haya acusado al fundador de la compañía, Elon Musk, de comportarse de manera "temeraria" con el tuit que lanzó en agosto en el que manifestó sus intenciones de privatizar la empresa. Las acciones de Tesla se derrumban un 14% en Wall Street.

En el lado de las pérdidas también se coloca JC Penney, con caídas del 4,2% después de que la compañía haya anunciado la renuncia de su director financiero Jeffrey Davis, movimiento que se hará efectivo el próximo 1 de octubre.

Mucho mejor se presenta la jornada para los accionistas de BlackBerry. Los títulos de la compañía se dispran más de un 9% después de haber convencido al mercado con sus cuentas del segundo trimestre fiscal, finalizado el 31 de agosto. En concreto, los ingresos se situaron en 43 millones de dólares, desde los 19 millones de dólares en el mismo periodo del año anterior.