La inflación subyacente, que excluye los precios de la energía y alimentos por su volatilidad, ascendió un 0,1% en agosto, mientras que comparado con el mismo mes del año pasado registró un incremento del 2,2%.

Ambas tasas interanuales ralentizaron levemente su ritmo, ya que en julio la general del IPC fue del 2,9% y la subyacente fue del 2,4%.

La cifra divulgada por el Departamento de Trabajo coincide con la que habían anticipado los analistas.

En general, la tendencia alcista de los precios continúa, lo que servirá de argumento para que la Reserva Federal (Fed) siga con su estrategia de elevar los tipos de interés de manera "gradual" en lo que resta de 2018.

La Fed subió en junio los tipos al rango de entre el 1,75% y el 2%, después de elevarlos en marzo, y se prevé que lleve a cabo al menos dos subidas adicionales en lo que resta del año, dada la solidez de la economía estadounidense, con una tasa de desempleo que cerró agosto en el 3,9%.

Como consecuencia, los analistas apuntan a que el banco central estadounidense aumentará los tipos de interés en su próxima reunión del 25 y 26 de septiembre.