En lo que va de año, sin embargo, y con las tensiones geopolíticas muy presentes en el mercado, este fondo registra pérdidas del 1,5%. Pero su rentabilidad a largo plazo es incontestable, con cifras que superan el 10% a cinco años (anualizado).

Puede que no esté bien visto. Y mucho menos en un momento en el que las gestoras y los reguladores se esfuerzan por convertir los valores sostenibles en un `mantra¿ para la inversión. Sin embargo, la realidad es que el `vicio¿ es rentable. Al menos así queda patente en la evolución de este producto de la gestora estadounidense USA Mutal Fund, que según datos de Morningstar, no ha frenado en su escalada de rentabilidad desde mayo de 2009. Destaca sobre todo la evolución del producto desde finales de 2016, con ganancias del 22% coincidiendo con la elección de Donald Trump como presidente de EEUU. Sus gestores apuestan por compañías relacionadas con el juego, los casinos, el tabaco, el alcohol, así como en armas o la industria militar.

Según consta en su folleto, este producto tiene una inversión mínima inicial de 2.000 dólares, y sus gastos en comisiones ascienden al 1,49%. En concreto, el USA Mutuals Vice Fund invierte un 30% de su patrimonio en el sector de casinos y juegos, un 24% en defensa y casi un 22% en empresas relacionadas con bebidas alcohólicas. Otro 18% lo invierte en la industria de fabricación de tabaco.

A 31 de marzo, sus principales posiciones en Defensa lo ocupan compañías como Boeing, General Dynamics, Northrop Grumman, United Technologies o Raiyheon, uno de los mayores contratistas de defensa militar. En bebidas desaca la elevada participación en la cervecera Ambev, Anheuser-Busch InBev o Carlsberg. También apuesta en este segmento por nombres menos conocidos como Becle, Constellation Brands, Hawaii Sea Spirits y, con menor exposición, firmas como Diageo, Heineken o Pernord Ricard.

En el apartado de casinos y juegos sus principales posiciones se las reparten las compañías Boyd Gaming, Churchill Downs, Galaxy Entertainment, Las Vegas Sands, Melco Crown Entertainment, MGM Resorts Internarional o Wynn Macau. En el sector tabaco apuesta como primera posición por Altria Group, British American Tobacco, Imperial Tobacco, Japan Tobacco o Philip Morris.

Para entrar en el radar de los gestores, todas las compañías deben cumplir con una serie de requisitos, como contar con potencial de beneficios y dividendo y que no dependan de la situación económica para `sobrevivir¿.  

ÁNGEL VS DEMONIO

Frente a estas inversiones en sectores `poco éticos¿, hay otro tipo de fondos que llevan la inversión socialmente responsable al extremo. Es el caso del Temperantia de Julius Baer, que además de criterios financieros, aplica filtros para elegir aquellas compañías que cumplan con el ideario ético de la iglesia católica, impidiendo, por ejemplo, invertir en empresas que atenten contra la vida y la dignidad humana, la salud y que fabriquen armamento.

En el año gana un 1,64%, con lo que en el periodo este `producto ángel¿ gana la partida a su particular demonio, el fondo del vicio, con una estrategia de renta variable mixta internacional que, según indican desde la firma, se apoya en las directrices de inversión socialmente responsable elaboradas por la agencia internacional MSCI Research bajo el programa MSCI Catholic Values Screening Research, el cual sigue los parámetros de inversión socialmente responsable de la Conferencia Episcopal Americana, actualmente una de las instituciones católicas de referencia en este campo.

Este fondo, lanzado en mayo de 2016, era único en su especie hasta que el pasado 16 de mayo azValor se adentraba en este mercado con el Altum Faith-Consistent Equity Fund. Este producto, que aún no aparece registrado en la CNMV, tiene por vocación invertir exclusivamente en compañías que respetan y promueven la defensa de la vida y de la familia.

Según datos de la gestora comandada por Álvaro Guzmán de Lázaro, para el lanzamiento del fondo (que aún no está registrado en la CNMV) y su posterior gestión, azValor ha suscrito un acuerdo de asesoría con el despacho de asesoría financiera Altum Faithful Investing, la Eafi que el pasado mes de marzo creó Borja Barragán, ideólogo del Temperantia de Julius Baer. Para los inversores institucionales, el capital mínimo de entrada ascendería a 1.000 euros o bien se debe asumir un contrato de asesoramiento explícito, con una comisión de gestión del 1,8%. Para los minoristas, el coste será del 2,2%.