La reunión, que esta vez se celebrará en Riga (Letonia) para añadir más picante a la cita por las acusaciones de corrupción y sobornos que pesan sobre el gobernador del banco central letón, Ilmars Rimsevics, será especial en lo institucional. Supondrá el estreno oficial de Luis de Guindos, vicepresidente de la entidad desde este mismo mes. Es decir, por primera vez, el exministro de Economía español se sentará junto al presidente de la entidad, Mario Draghi, en la rueda de prensa que ofrecerá desde las 14:30 horas.

Y no es mal día para estrenarse ni para estar junto a Draghi, porque, a priori, el italiano tendrá que explicarse bien. Si se cumplen las expectativas, el Consejo de Gobierno del BCE aprovechará esta reunión de política monetaria para aclarar su hoja de ruta sobre la futura retirada del programa de compras de activos en el mercado (APP, por sus siglas en inglés, aunque también son conocidas con el genérico `expansión cuantitativa¿ o QE), con lo que el presidente del BCE tendrá que hilar fino.

Estas expectativas se apoyan en las últimas declaraciones de varios de los miembros de la entidad, como las del economista jefe y miembro del Comité Ejecutivo, Peter Praet, o las del presidente del Bundesbank alemán, Jens Weidmann. También cuentan a su favor con que el BCE podrá apoyarse en las nuevas previsiones económicas que anunciará también en esta cita. Pero hay otra opción. La de que el BCE, tras los vaivenes causados por la tensión política italiana en las últimas semanas, prefiera ganar tiempo y dejar para la siguiente cita, a finales de julio, la aclaración sobre el futuro del APP.

Entre los expertos, las opiniones están divididas. "Creemos que el BCE podría retrasar un mes más el esperado anuncio del cese del QE", indica Juan Ramón Casanovas, de Bank Degroof Petercam, Spain. "Sabemos que este mes hablarán sobre el final del programa de compra de activos. Espersamos que anuncien que las compras de 30.000 millones comenzarán a reducirse a finales de septiembre, antes de que cesen completamente a finales de 2018", apunta Mark Holman, gestor de TwentyFour AM, boutique de Vontobel AM.

Otra variante consiste en hacerlo en dos tandas. "El BCE dará un preanuncio sobre la reducción gradual del programa de compra de activos este jueves, cuyos detalles se darán a conocer en la próxima reunión de política monetaria de julio", precisa Yves Longchamp, responsable de estudios de Ethenea Independent Investors. "El escenario más probable es que utilicen esta reunión para discutir la reducción de su programa de compras y acabarlo a finales de año y realmente lo anuncien en julio", coincide Patrick O'Donnell, gestor de inversiones sénior de Aberdeen Standard Investments.

CALENDARIO TENTATIVO

Por ahora, las condiciones del APP están claras: el BCE seguirá dedicando 30.000 millones de euros al mes a la compra de deuda pública y privada ¿hasta el final de septiembre de 2018 o hasta una fecha posterior si fuera necesario y, en todo caso, hasta que el Consejo de Gobierno observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo de inflación¿. Antes de septiembre sólo quedan las reuniones de monetarias de este jueves y la del 26 de julio, con lo que la institución tendrá que pronunciarse en una de estas dos citas.

La previsión del mercado es que las compras no seguirán en ningún caso en 2019; es decir, que acabarán este año. La duda reside en saber si el BCE las interrumpirá de golpe en octubre o si lo hará gradualmente durante el último trimestre del año. Esta es una de las claves que Draghi podría aclarar este jueves.

Lejos de ser un detalle menor, una mayor definición sobre el calendario tentativo con el que trabaja el mercado es relevante porque, a su vez, proporcionará pistas sobre el momento en el que el BCE empezará ya a elevar los tipos de interés. Los expertos dan por hecho que comenzará por los de la facilidad de depósito, situados en el -0,40% desde marzo de 2016, y que luego acudirá a los oficiales, en el 0% también desde marzo de hace dos años. Las previsiones actuales fechan el primer aumento de los tipos de depósito hacia finales del primer trimestre y el de los oficiales, en el tercer trimestre de 2019.

UNAS CIFRAS DE IMPRESIÓN

El mercado, por tanto, tiene claro que el tiempo del QE se acaba. Faltan los matices, siempre importantes, pero el planteamiento general está descontado. Y llega después de que el APP haya coleccionado unas cifras impresionantes.

Dotado primero con 60.000 millones al mes, ampliado posteriormente hasta 80.000 millones, recortado de nuevo hasta los 60.000 y ya desde este año recortado a 30.000 millones mensuales, desde marzo de 2015 el APP acumula unas compras totales de 2,43 billones de euros, que engordarán hasta los 2,55 billones hasta septiembre. Este volumen es determinante en que el balance del BCE se haya agigantado hasta los 4,57 billones de euros, una dimensión sin precedentes, cuando antes de la crisis se limitaba a 1,19 billones.

Semejante capacidad arroja otro dato de impresión, el relativo al excedente de dinero que hay en la Eurozona. Es decir, el dinero que sobra. Actualmente, y según los datos diarios que el BCE facilita, el exceso de liquidez alcanza los 1,9 billones de euros.

¿Y QUÉ HAY DE RIMSEVICS?

Por si no bastara con el futuro de las medidas del BCE y con las preguntas que recibirá sobre la situación política italiana, Draghi también se verá exigido en la rueda de prensa por otro tema delicado. En febrero, el gobernador del Banco de Letonia, Ilmars Rimsevics, fue detenido tras haber sido acusado de cobrar sobornos. Rimsevis defiende su inocencia y se resiste a dimitir, con lo que continúa en el puesto.

Esta situación sitúa en una posición incómoda al BCE, puesto que Rimsevics, como gobernador de uno de los bancos centrales del euro, forma parte de su Consejo de Gobierno. Es más, como esta vez la reunión del Consejo no se celebra en el lugar habitual, Fráncfort, sino que se desplaza precisamente a Riga -algo previsto desde antes de que estallara el escándalo-, Rimsevics debería acompañar a Draghi y a Guindos en la rueda de prensa como anfitrión del cónclave. Las circunstancias en las que se encuentra no lo permitirán. Pero aunque no esté en persona, su figura sí se colará en la rueda de prensa, puesto que Draghi, sin ninguna duda, recibirá preguntas sobre el 'caso Rimsevics' y sobre las sospechas que envuelven a la transparencia y el funcionamiento del sistema bancario letón.