El mercado da por hecho que esta tarde, a las 20 horas españolas, el banco central de EEUU anunciará un aumento de un cuarto de punto, para situar el precio del dinero en el 1,75-2%. Será el segundo del año, tras el acometido en marzo, y el séptimo desde que abrió el actual ciclo alcista allá por diciembre de 2015.

La decisión está tan descontaba -el mercado le da una probabilidad del 96,3%- que la clave de la cita con la entidad presidida por Jerome Powell reside en saber cuántas subidas aguardan aún en 2018: una más, para un total de tres, que era lo previsto en un principio; o dos más, para un total de cuatro, una más de lo esperado cuando comenzó el ejercicio.

Y falta hace que Powell aclare el panorama, porque el mercado está dividido a partes iguales. Según las expectativas actuales, también se da por hecho, con una probabilidad del 73%, que la Fed elevará de nuevo los tipos, hasta el 2-2,25% en septiembre. Y el siguiente punto de atención se dirige ya a la última cita del año, la de diciembre, en la que los pronósticos están partidos por la mitad. El mercado concede, por un lado, una probabilidad del 52% a que el banco central estadounidense despida 2018 con los tipos en el 2-2,25% y por tanto con tres subidas en total, y, por otro, otorga una probabilidad del 48% a que lo acabe con los intereses en el 2,25-2,5% o por encima. Es decir, con cuatro incrementos en el conjunto del año, una secuencia que no se ve desde 2006.

La Fed ofrecerá más pistas sobre sus intenciones en el diagrama de puntos que recoge las previsiones de los distintos miembros del banco central. En marzo, que fue la última vez que ofreció esta información porque se actualiza cada dos reuniones, ese documento seguía recogiendo tres subidas para 2018. ¿Creemos que se podría indicar una subida adicional en el nuevo gráfico de puntos, dando lugar a una subida de tipos cada trimestre¿, apunta Yves Longchamp, responsible de estudios de ETHENEA Independent Investors. ¿Esperamos que el gráfico de puntos apunte a cuatro subidas este año, frente a las tres de la reunión anterior¿, indica igualmente Hervé Chatot, gestor de Cross Asset de La Française.

TODO EL MUNDO PENDIENTE

Cualquier novedad sobre esta hoja de ruta y sobre la esperada para 2019, puesto que en marzo se esperaban entre dos y tres aumentos para el próximo año, será extremadamente sensible para el mercado. A priori, sobre dos segmentos fundamentalmente. El primero, las divisas, porque la posibilidad de que la Fed acelere el ritmo de las subidas ha nutrido la reacción alcista del dólar contra su principal `rival¿, el euro, pero sobre todo contra varias divisas emergentes, como el peso argentino, el real brasileño o la lira turca, que temen que un dólar aún más fuerte incremente sus problemas financieros. Y el segundo, concatenado al anterior, la deuda pública, puesto que las expectativas sobre el precio del dinero también han sido claves en que el rendimiento de los bonos estadounidenses a 10 años haya superado el 3%, con el de los bonos a dos años en el 2,5%.

Wall Street, con una mayor volatilidad en 2018 pero sin perder su pulso alcista, esperará acontecimientos a la espera de comprobar si las intenciones de la Fed provocan más terremotos en los mercado o si la acumulación de los aumentos comienza a frenar ya el crecimiento estadounidense. Por el momento, eso sí, la mayor economía del mundo sigue inmersa en el segundo ciclo expansivo más largo de su historia, con 108 meses ininterrumpidos.

POWELL, MUY IMPORTANTE

En este escenario, Powell y sus colegas de la Fed deberán hilar fino. ¿Necesitan intentar mantener en curso este proceso de endurecimiento de las condiciones monetarias, pero a un ritmo razonable y calibrado, por lo que no querrán señalar un gran cambio en el curso. El equilibrio entre el éxito y el fracaso es estrecho¿, previene James McCann, economista senior global de Aberdeen Standard Investments.

Precisamente por la necesidad de seguir adelante con una subida gradual de los tipos sin exacerbar la volatilidad y el impacto en los mercados, en esta ocasión la voz de Powell, que comparecerá ante los medios a las 20:30 horas, será más relevante a la hora de asentar la hoja de ruta de la Fed y explicar con detalle sus intenciones.

¿Otro aspecto de interés es la valoración de los miembros de la Fed de las actuales condiciones de política monetaria¿, subraya Longchamp. Y precisa: ¿En su última reunión, las condiciones se percibieron como acomodaticias, lo que indica que podría haber bastantes subidas de tipos en el futuro. Sin embargo, también podrían cambiar su discurso y describir las condiciones monetarias como neutrales. Si este fuera el caso, estaríamos más cerca del final de las subidas de tipos de lo que pensamos¿.

¿Vamos a escuchar con atención la rueda de prensa, ya que tenemos serias dudas de que la Fed esté dispuesta a poner en marcha todas las subidas que sus miembros proyectan actualmente; especialmente si continúa el aplanamiento de la curva de rentabilidades en EEUU¿, avisa Mark Holman, gestor de TwentyFour AM, boutique de Vontobel AM. Ese aplanamiento sigue su curso, puesto que el diferencial entre el rendimiento de los títulos a diez y dos años ya es inferior a los 50 puntos básicos. O lo que es lo mismo, una situación que nutre la posibilidad de que la temida y profética curva invertida, que se produce cuando la rentabilidad de los bonos a dos años supera a la de los títulos a 10 años, emerja de nuevo en EEUU.

- El dólar se la juega con la Fed en pleno temblor de las divisas emergentes