El precipitado cambio de Gobierno ha puesto en peligro los planes para situar a España en la vanguardia mundial fintech. Este jueves acabó el periodo de consulta pública para el `sandbox¿ regulatorio del sector, pero al otro lado no hay nadie para recoger las sugerencias que se han formulado a lo largo de dos semanas. El esprint por el que el exministro Román Escolano había apostado amenaza con convertirse en una travesía por el desierto si su sucesora Nadia Calviño no incluye este proyecto entre sus prioridades.

La incertidumbre reina entre las partes implicadas en un proyecto que había recibido el impulso del Gobierno y las bendiciones del Banco de España y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Si se hubiera tratado de una normativa al uso que ya hubiera iniciado su trámite parlamentario, este seguiría su curso sin gran novedad, puesto que el balance de fuerzas políticas sigue siendo el mismo que hace una semana. Sin embargo, la iniciativa es -de momento- solo un borrador.

A pesar de este vuelco de los acontecimientos, la industria fintech aloja aún algo de esperanza. El desenlace de la moción de censura contra el expresidente Mariano Rajoy y su equipo ha dado lugar a un nuevo y rápidamente conformado Gobierno, que podría retomar el proyecto con las modificaciones que considerase adecuadas. El peor escenario hubiera sido el de la convocatoria de unas elecciones anticipadas que, a la fuerza y sin remedio, habría dejado en un cajón esta primera aproximación al `sandbox¿ por al menos seis meses.

¿No sabemos qué prioridades va a tener la nueva ministra, pero está claro que es un proyecto que ya tiene vida propia y no debe depender de quién lo propuso inicialmente¿, defienden fuentes del sector cuando se les pregunta por el destino que aguarda al borrador de Escolano. ¿No es un tema técnico, sino de beneficiar al cliente-usuario y de dinamizar la economía española¿, insisten los que se aferran al proyecto de colocar a España a la vanguardia de Europa, junto con países como Reino Unido y Holanda, con un marco regulatorio `blando¿ para la industria fintech.

La otra parte del sector, compuesta por aquellos que no creen que Calviño ponga en las startups financieras sus primeros esfuerzos, piensan ya en cómo hacer llegar al recién creado Ministerio de Economía y Empresa los mimbres del que sería su `sandbox¿ ideal. Una iniciativa que la Asociación Española de Fintech e Insurtech (Aefi) ya se encargó de trabajar antes de la consulta con la publicación de una guía y un decálogo a cuya redacción contribuyó el despacho internacional de abogados Hogan Lovells.

Las voces más críticas apuntan a que la trayectoria reciente de Calviño en la Comisión Europea podría ser un obstáculo más para poner en marcha el `sandbox¿ en el que ya había empezado a trabajar el exministro Luis de Guindos antes de su `mudanza¿ a la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE). En este sentido, no hay que olvidar que desde distintas instituciones comunitarias y la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) se ha potenciado más la fórmula de códigos de buenas prácticas o de conducta que la de la regulación `blanda¿ o `sandbox¿.

EL RELEVO EN EL MINISTERIO DA MARGEN A OTROS PAÍSES

Incluso a pesar de que la nueva ministra se apresurase en salir al rescate del proyecto, se suma un posible obstáculo más. El titular de la Secretaria General del Tesoro y Política Financiera no está adscrito al Gobierno, pero sí que es un cargo de confianza que el Consejo de Ministros designa, habitualmente, a solicitud del ministro de Economía. En este sentido, el actual encargado, Fernando Navarrete, ocupa el cargo solo desde el mes de abril, cuando se le señaló para relevar a Emma Navarro, que partía hacia el Banco Europeo de Inversiones (BEI) en sustitución del propio Escolano.

La búsqueda de un sustituto para Navarrete podría dilatar los siguientes pasos para la implantación del `sandbox¿ aun cuando se diera por válido el proceso abierto por el anterior Gobierno. Este es un factor determinante porque el Tesoro Público es la pieza clave en todos los procesos de engranaje de la legislación financiera en España, con lo que le corresponde el lanzamiento de consulta pública, recopilación de sugerencias y presentación de una propuesta normativa al Ministerio.

Mientras todas estas incógnitas se resuelven, pues el Ministerio de Economía no se ha pronunciado al respecto de estas cuestiones ni ha habido portavoces disponibles para comentarlas, otros países podrían pisar el acelerador y tomar la delantera a España. En este sentido, desde el sector se apunta a Malta, que ya tiene abierto un procedimiento para establecer un marco legal blando sobre el uso del blockchain y las criptomonedas como parte de una reforma más grande sobre la industria del juego.

Más allá de los nueve objetivos declarados que se propone el documento en barbecho, el establecimiento de un `sandbox¿ buscaba potenciar la creación de compañías fintech en España y también atraer iniciativas internacionales desde países sin regulación alguna y poco atrayentes a la inversión institucional o desde aquellos donde las normas pudieran ser más estrictas y dificultar la proliferación de iniciativas más novedosas o disruptivas. Un reclamo que se juega a la rapidez y cuya agilidad está ahora en duda.

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