Porque, una vez suscrito el acuerdo, las autoridades argentinas han dejado de dar apoyo al peso. Y claro, las fuerzas del mercado han tomado el mando... para vender pesos. El dólar se aprecia cerca de un 2% contra la divisa argentina, hasta los 25,5 pesos.

"Será un gran acuerdo para los argentinos", ha proclamado el Gobierno de Mauricio Macri. Su compromiso pasa por reducir más el déficit público y dejar flotar libremente al peso en el mercado. Este mes, el FMI proporcionará ya 15.000 millones de dólares a Argentina.

Este acuerdo se produce tras el extraordinario desplome que estaba viviendo el peso argentino, cuya caída estaba consumiendo cada vez más reservas extranjeras de Argentina y amenazaba con calentar aún más una inflación situada ya en el 25%. Con el dinero procedente del FMI, reforzado por otros 5.650 millones de dólares procedentes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial (BM) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), Argentina aspira a calmar la presión que viene soportando el peso y asentar su posición financiera para trabajar en la reducción del déficit, que en los dos últimos ejercicios ha superado el 6% y que este año, según las previsiones del FMI, se situará en el 5,5%.

Antes de acudir al FMI, las autoridades argentinas trataron de salir al paso de esa potente tendencia bajista de su divisa. El banco central incluso elevó los tipos de interés hasta el 40%, en tanto que el Ejecutivo de Macri se comprometió a acelerar el ajuste del déficit público. Pero nada de eso detuvo el descalabro del peso, motivo por el que el propio Macri confirmó el 8 de mayo la apertura de unas negociaciones que han culminado un mes después.

El acuerdo se produce, además, cuando está a punto de cumplirse un año de lo que entonces parecía la constatación de que, de una vez por todas, Argentina estaba iniciando una nueva etapa financiera. El 19 de junio de 2017, el país fue capaz de emitir en el mercado deuda a un siglo. Menos de un año después, de aquello quedan los bonos. Porque lo demás, el FMI y la petición de ayuda, suena a un pasado de lo más conocido en Argentina.