Durante su comparecencia ante la Comisión que investiga la crisis financiera, el rescate bancario y la quiebra de las cajas de ahorros, Olivas ha asegurado que "no había realmente dudas sobre la salida a bolsa".

"Si nos hemos equivocado, nos hemos equivocado muchísimos", ha dicho, enumerando a las agencias de calificación, bancos de inversión, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los informes de auditoría, las autoridades europeas, y el Banco de España, que acordó no oponerse a la ampliación de capital que conllevaba esta operación.

Olivas ha señalado que el informe de seguimiento de la inspección del Banco de España, realizado dos semanas después de la operación, consideraba cubierto el posible deterioro de sus activos crediticios e inmobiliarios, y que el propio supervisor informó, ante requerimientos judiciales, que Bankia había realizado un ajuste mayor a las pérdidas esperadas: 9.207 millones frente a 8.040 millones. "No sólo se cubrió lo que decía el Banco de España, sino que se cubrió por exceso", ha dicho.

Por último, ha recordado que la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), publicó cinco días antes los resultados del 'test de estrés' realizado a 25 entidades españoles --"Bankia cumplía ampliamente los requisitos exigidos"-- y que la CNMV entendió que "no había motivos para entender que la emisión atentaría contra el interés de los inversores", tal y como aseguró en diciembre de 2016 el Consejo de Estado.

Por otro lado, ha destacado el control que ejercía el supervisor bancario sobre esta entidad rescatada, asegurando que Bankia "no actuaba por su cuenta sin el conocimiento del Banco de España" y que su salida a Bolsa fue "un proceso monitorizado y controlado absolutamente por el Banco de España".

BANCO DE VALENCIA

Olivas asegura además que Banco de Valencia contaba con fondos propios superiores a los 1.200 millones de euros, con los que cubrir el déficit de 560 millones en provisiones que detectó en noviembre de 2011 el Banco de España al cerrar su inspección. Ese mes el banco fue intervenido, se le inyectaron fondos públicos y después se vendió por un euro a Caixabank.

"Todavía quedaban 700 millones de capital, a pesar de cubrir esos 560 millones. ¿Por qué se dotaron 5.000 millones, se le inyectaron...? No lo sé, pero puedo decir cosas que he leído y no me resisto a que las lean", ha dicho.

RECELOS SOBRE CAIXABANK

A continuación, Olivas ha comenzado a relatar informaciones publicadas en medios de comunicación con las que se ha apoyado para sugerir que CaixaBank se benefició con la compra de la entidad que presidía al simbólico precio de un euro, una vez fue intervenida y se le hubieran inyectado 5.500 millones de euros de dinero público.

Así, ha señalado que en 2013 se cifraba en 1.777 millones el beneficio "extra" "gracias a Banco de Valencia", la compra "le permite aumentar 4.000 millones de euros" sus dotaciones y, aun siendo una entidad más pequeña y con mucho menos activos, mejoró su ratio de recursos propios. Por otro lado, ha dicho que se benefició de 560 millones de activos fiscales con los que contaba la entidad vendida.

"Empezamos a ver dónde van los 5.000 millones de euros", ha ironizado Olivas, que tras su exposición de estas cifras ha asegurado que "aquí alguien se benefició bastante de este tipo de decisiones".