El Banco de España insiste en su informe en que el margen de intereses de las entidades de depósito españolas continúa bajo presión como consecuencia del bajo nivel de los tipos de interés junto con el descenso en el volumen de actividad y el aún elevado nivel de activos improductivos en los balances bancarios.

"La reducción en la generación de rentas es compensada, en parte, por los también menores costes financieros, aunque cada vez con menor capacidad para registrar reducciones adicionales, lo que tiene como consecuencia un descenso del margen de intereses", indican.

A su juicio, una de las potenciales consecuencias de esta situación es la búsqueda por parte de las entidades de fuentes alternativas de recursos que ofrezcan una mayor rentabilidad, pero que, según indican, pueden llevar asociado un mayor riesgo. "Lo anterior, junto con otros factores de demanda, podría contribuir a explicar el dinamismo observado en el crédito al consumo", y advierten de que este es un segmento de negocio que suele tener una morosidad relativamente elevada y en el que las garantías juegan un papel menor, por lo que la evolución de esta cartera y su morosidad tendrán que analizarse con atención en los próximos trimestres".

Ya en 2017, la concesión de créditos para adquirir determinados bienes alcanzó los 43.148 millones de euros, por encima de lo que las entidades destinaron a la creación de nuevas hipotecas. En todo caso, desde el organismo recuerdan que el peso que tiene este tipo de crédito representa un 4,8% del total del crédito al sector privado residente.

Potencial corrección en los precios de los activos financieros

Además de la presión a la baja en la rentabilidad, el Banco de España señala como potencial riesgo para el sector la sensibilidad de los precios de los activos financieros ante cambios en las expectativas respecto a la evolución de la política monetaria, o en relación con la ampliación en la aplicación de políticas proteccionistas, la pérdida de confianza de los agentes y la existencia de riesgos geopolíticos. "En este contexto se habrían incrementado los riesgos de que se pueda producir un ajuste brusco de las valoraciones en los mercados financieros", sin olvidar la tensión política en Cataluña que, aunque se ha reducido, "no se puede descartar que un eventual aumento de la incertidumbre pudiera tener efectos económicos adversos".

"La materialización de estos riesgos llevaría a un tensionamiento de las condiciones de financiación que, junto con los efectos riqueza, podría tener una repercusión negativa sobre las perspectivas de crecimiento, la sostenibilidad de los pasivos de sectores altamente endeudados, y el sistema financiero en su conjunto, con efectos inmediatos en sus perspectivas de rentabilidad futura", explican en el Informe.

Insisten desde el Banco de España en que dados los bajos niveles de las primas de riesgo y los niveles alcanzados por algunos índices bursátiles, "una corrección brusca en los precios podría llegar a tener consecuencias preocupantes".

Resultados afectados por el Popular

Según el informe de Estabilidad Financiera, las entidades de depósito españolas en su conjunto registraron un resultado consolidado atribuido de 15.572 millones de euros en 2017, un 44 % superior al resultado obtenido en 2016. Sin embargo, si se consideran las pérdidas de más de 12.000 millones de euros del Banco Popular  a raíz de su resolución el 7 de junio de 2017, el resultado final ascendería solo a 2.722 millones de euros, lo que supone un descenso de casi el 75 % respecto al resultado obtenido en 2016.

El incremento en el resultado se traduce en que la rentabilidad sobre activos (ROA) del conjunto de entidades de depósito españolas aumente casi 14 puntos en el último año, desde el 0,30% de 2016 al 0,43% de 2017. En la misma línea, la rentabilidad sobre fondos propios (ROE) también aumenta, en su caso casi 1,7 puntos porcentuales, desde el 4,3% de 2016 al 6% de 2017.

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