Los expertos coinciden en que las grandes tecnológicas nunca llegarán a sustituir a las entidades tradicionales, por el simple hecho de no querer estar expuestos a la severa regulación del sector bancario. Pero eso no quiere decir que compañías como Google, Amazon o Facebook no puedan desarrollar ciertas actividades que `metan el miedo en el cuerpo¿ a la industria financiera de siempre. 

De hecho, ya se están produciendo los primeros movimientos en este sentido. Facebook, por ejemplo, tiene licencia para operar con dinero electrónico en Europa desde 2016, y desde el año pasado lo hace también en España. Google cuenta con licencia bancaria en Holanda, aunque no la usa. Y Amazon está en conversaciones con JPMorgan Chase y otros grandes bancos estadounidenses para lanzar su propia cuenta corriente en el país.

A favor de todas ellas, sus potentes marcas y la enorme cantidad de usuarios que usan sus plataformas a diario. En contra, que ¿los bancos son los que realmente tienen el diario económico y financiero de una persona¿, recordaba el catedrático Santiago Carbó en un reciente encuentro del sector. Pero solo de momento. La nueva directiva europea de servicios de pago (PSD2) obliga a las entidades a ofrecer los datos de sus clientes a terceros, siempre que el cliente lo autorice. Y en ese punto, estos gigantes tecnológicos tienen mucho que decir.

A POR LA TARTA BANCARIA

Especialmente, sobresale el caso de Amazon. La compañía cuenta ya con una tarjeta de crédito de su propia marca que ofrece JP Morgan Chase. Y Amazon Cash permite a los clientes depositar efectivo directamente en sus cuentas del servicio de la compañía, con más de 10.000 puntos de venta en todo EEUU. Según un reciente informe de Bain & Company sobre la compañía, también prestó el pasado año más de 1.000 millones de dólares a sus usuarios online.

El siguiente paso será la creación de esa cuenta corriente junto con JP Morgan y otras entidades. En principio, se desarrollaría solo en EEUU. Pero Bain & Company no descarta un rápido salto internacional si el producto tiene el éxito esperado. Y todo apunta a que así será según una encuesta de la consultora (realizada entre 133.000 clientes de 22 países), en la que se desvela que, de todos los consultados, el 50% está dispuesto a comprar un producto de servicios financieros de una empresa tecnológica.

En España, el 60% de los clientes ha afirmado que realizaría operaciones bancarias con una gran tecnológica, al contrario de lo que muchos banqueros tradicionales piensan actualmente. Amazon aparece en el primer puesto en cuanto a la confianza de los consumidores, seguida de Apple y Google.

¿DUDAS CON LA SEGURIDAD?

Es cierto que el escándalo de Facebook puede haber generado dudas sobre la capacidad de estas compañías para ofrecer seguridad a los clientes. Pero Amazon tiene el viento a su favor, al menos, en su próximo proyecto. Principalmente, porque se dirige a un segmento que no genera apenas rentabilidad para la banca tradicional. ¿Amazon puede darse el lujo de ir detrás de este colectivo, ya que la compañía no tiene ni costes de sucursales, que estimamos que suponen en torno a un 40% de los de un banco minorista estadounidense¿. Por no hablar de la ventaja que supone su mencionada basta red de usuarios. Jeff Bezos, el fundador de la compañía, ha desvelado esta misma semana que el servicio Prime (prémium) supera los 100 millones de usuarios en todo el mundo.

Según Bain & Company, Amazon no aspira a convertirse en banco. Al menos de forma legal. La idea es ir asociándose con entidades para las que diseñaría y gestionaría la experiencia del cliente y los servicios y métodos de distribución. Una vez que establezca este servicio bancario básico en asociación con otra marca, los expertos de la consultora estiman que la compañía se moverá hacia otro terreno, en el que ya aparece el nombre de productos financieros como hipotecas, seguros de vida e incluso gestión de patrimonios. ¿Los patrones de compras online ya le dicen a Amazon lo que necesita saber sobre los eventos principales de la vida de los clientes, desde casarse hasta tener hijos y comprar una casa, lo que será útil para ofrecer productos de servicios financieros relevantes¿, indican desde la consultora.

La compañía tiene ya mucho ganado. Bain & Company calcula que el 15% de sus clientes de comercio online paga directamente desde su cuenta Amazon, en vez de hacerlo a través de una tarjeta de crédito. La firma estima que Amazon podría llevar sus servicios bancarios a unos 70 millones de consumidores estadounidenses en un plazo de tan solo cinco años. Una cifra similar al número de clientes de Wells Fargo, el tercer mayor banco de EEUU.

ASIA, A LA CABEZA

La dinámica de estas grandes tecnológicas en EEUU ya se ha convertido en una realidad en China, donde el gigante del comercio online Alibaba ha registrado 96.000 millones de dólares en préstamos en cinco años, lanzando también el servicio online de préstamos para pymes MYbank. Por no hablar de la fuerza de su sevicio de pagos Alipay, con flujos de dinero de 1,7 billones de dólares el pasado año, cinco veces el volumen de pagos globales que se realizaron a través de PayPal, según datos de Bain & Company.

El avance es imparable. También en otros países como Japón, donde el gigante del comercio electrónico Rakuten también se ha pasado al lado de los servicios financieros, que ahora representan casi el 40% de sus ingresos.