El plan es el primero en la materia presentado por el Ejecutivo comunitario y busca reorientar las inversiones hacia proyectos que favorezcan la lucha contra el cambio climático, la transición energética o la sostenibilidad medioambiental, puesto que calcula que la Unión Europea necesitará cada año 180.000 millones de euros adicionales en inversiones para cumplir sus objetivos de clima.

La idea detrás del denominado "factor de apoyo verde" se inspira en el que ya se utiliza con las pequeñas y medianas empresas (pymes): a igual riesgo de inversión entre dos proyectos, la entidad tiene hasta un 23 % menos de requisitos prudenciales si invierte en una pyme.

"Cualquier medida tendrá que ser justificada desde el punto de vista del riesgo y la estabilidad financiera, es decir tendrán que ser calibradas con cuidado porque verde no significa necesariamente libre de riesgo", dijo el vicepresidente de la CE Valdis Dombrovskis durante la presentación de la propuesta.

El Ejecutivo insiste en que esto debe hacerse sin poner en riesgo la estabilidad financiera y sin que el calificativo "verde" acabe usándose para dar un trato ventajoso a cualquier inversión, e incide en que, en todo caso, ignorar los riesgos ligados al clima de ciertas inversiones crearía riesgos a largo plazo.

Bruselas no ha colocado sobre la mesa una propuesta concreta puesto que este factor se abordará dentro de la modificación de la directiva de requisitos de capital que ya negocian la Eurocámara y los países, que podrían introducir enmiendas a favor del mismo.

Ahora bien, la Comisión destaca dentro de su plan de acción que el paso inicial debe ser crear una clasificación o "taxonomía" que distinga qué es un "activo verde" y cuáles tienen un impacto más positivo.

El trabajo técnico ya está en marcha pero la primera clasificación no se espera hasta otoño de 2019.

Una vez aprobada la clasificación, esta permitiría crear un sello europeo -como el que ya distingue los productos biológicos o ecológicos- que distinga a los productos financieros que cumplan los estándares europeos para ser considerados "verdes" de modo que los clientes puedan invertir con confianza.

Además, la Comisión presentará en mayo una propuesta que clarificará las obligaciones para inversores institucionales y gestores de fondos de tener en cuenta consideraciones medioambientales y sociales a la hora de invertir, así como las de informar a sus clientes de forma más "transparente" sobre las opciones.

El comisario europeo de Energía y Acción Climática, el español Miguel Arias Cañete, declaró en un comunicado que el nuevo plan de la Comisión "ayudará al sector financiero europeo a situarse como principal destino mundial de las inversiones en tecnologías verdes".

La organización ecologista WWF se congratuló en un comunicado por la adopción del plan que, dijo, muestra que "la UE quiere convertirse en el líder mundial de las finanzas sostenibles".

Echaron en falta, sin embargo, que no se haya incluido la recomendación del grupo de expertos europeo en la materia que pedía obligar a los principales índices bursátiles revelar su impacto climático. EFECOM