Un ejemplo claro de esta tendencia se aprecia en la dispar evolución de los bonos españoles y alemanes en el último año. Mientras que el a diez años del Tesoro Público ofrece una rentabilidad un 10,37% inferior a la de hace un año, su homólogo del Bundesbank ha incrementado en un 79% el rendimiento que ofrece a sus inversores.

Con todo, la prima de riesgo se ha contraído en más de un 40% en los últimos 12 meses. La curva de los tipos de deuda que une la rentabilidad de menor plazo con la de los papeles a mayor vencimiento se ha aplanado un 4,7% en los bonos españoles, mientras que ha pronunciado su pendiente un 12,9% en los germanos. En EEUU, el descuento de subidas de tipos cada vez más próximas entre sí se ha traducido en un vuelco de casi el -45%.

Ante este escenario, en los últimos días, la posibilidad de un error en la retirada de estímulos de la Reserva Federal, ya bajo la guía de Powell, ha resucitado el temor a la recesión y provocado un amplio vuelco de carteras. Las ventas masivas se han repetido en las Bolsas y el dinero ha comenzado a entrar en los bonos soberanos de Alemania y EEUU donde hasta ahora los gestores percibían poco potencial. La búsqueda de valores seguros ha provocado una drástica caída en los tipos de las economías más sólidas, hasta ahorra en carrera al alza, y la subida en los suavizados tipos de los países periféricos y emergentes. Cabe recordar que a mayor demanda, mayor precio y una menor rentabilidad directamente proporcional.

El convencimiento de que las subidas de tipos se sucederán con más rapidez en EEUU que en el resto de grandes economías, sea en un grado u otro, se deja sentir en unos bonos norteamericanos a dos años que en el último ejercicio han engordado un 78,33% la rentabilidad ofrecida en el mercado secundario. En los bonos a cinco años, una referencia más intermedia, el aumento es del 35,6% frente al 21,2% de los papeles españoles, mientras que en los alemanes se ha producido el giro a positivo por primera vez desde 2015, año en el que empezaron a rentar a favor de las arcas públicas alemanas y en contra de la cartera de sus tenedores.

En Japón, donde la retirada de estímulos se prevé aún muy lenta y espaciada en el tiempo, la caída de tipos es generalizada a todos los plazos. A dos años, donde hasta la fecha no se espera ningún movimiento de cautela por parte del banco central, el recorte es superior al 43%.

A pesar de estas escaladas, Rosa Duce, economista jefe de Deutsche Bank en España, señala que ¿en términos relativos, los retornos siguen siendo muy bajos¿ y que ¿las primas de riesgo corporativas siguen estando en mínimos históricos¿. No obstante, también considera que la escalada inversa de las últimas sesiones descuenta un escenario ¿poco probable¿ si se tiene en cuenta que la Fed sigue sin prever ¿un riesgo inflacionista inminente¿ y también ¿la alta sensibilidad de la economía americana a los tipos de interés¿. Algo que se debe a que sus compañías se financian ¿mayoritariamente¿ vía mercado y no mediante crédito bancario.

Por su parte, desde Analistas Financieros Internacionales (AFI) estiman que la combinación entre retirada de estímulos y crecimiento económico dará lugar a un progresivo avance de la rentabilidad de los bonos que siga estrechando los diferenciales en Europa, mientras que considera que en EEUU ya se ha descontado el más agresivo de los escenarios. Por eso, la institución aguarda que el año se cierre con tipos del 1,7% para los papeles españoles, del 0,9% en Alemania y del 2,85% en los norteamericanos.