Así lo ha avanzado en la rueda de prensa convocada en el Palacio de la Moncloa para hacer balance del año 2017, en la que ha señalado que lo que él quiere es que se termine una situación que "genera mucha incertidumbre y ha hecho mucho daño a Cataluña desde todos los puntos de vista". Preguntado si estará dispuesto a hablar con el próximo presidente de la Generalitat, sea quien sea, ha respondido que por el momento no se sabe qué va a pasar ni quiénes serán "los candidatos que decidirán los partidos que tienen posibilidades". Eso sí, preguntado por la hipótesis de que el ex presidente catalán Carles Puigdemont sea investido presidente por vía telemática, puesto que está huido en Bélgica mientras tiene una causa pendiente en el Tribunal Supremo, ha advertido de que eso sería "absurdo". Según ha dicho, no ya desde el punto de vista jurídico o político, sino por sentido común, sería "absurdo" convertirse en presidente viviendo en el extranjero, y "mucho más absurdo" tratar de ejercer la presidencia. "Imagínese que yo estuviera en Lisboa", ha ironizado, apelando a "actuar con sensatez y sentido común".