- ABENGOA: La sevillana es la compañía más bajista sin discusión del Mercado Continuo, con la pérdida de más de un 90% de su valor. Descalabro que se produce tanto en las de clase A como en las B, más numerosas y líquidas y que antes del proceso concursal de la compañía llegaron a formar parte del Ibex 35. La compañía sigue inmersa en su profunda reestructuración financiera y de negocio que, gracias a la concurrencia de la banca, ha logrado salvar la histórica compañía, que volverá a focalizar su actividad en las infraestructuras y dejará a un lado las energías renovables que la llevaron a convertirse en un gigante mundial con una financiación de cimientos quebradizos. El contrasplit que podría haber maquillado esta abultadísima pérdida de capitalización no logró el respaldo de los accionistas en junta general, con lo que además se echó el freno a su plan de unificación accionarial.

- DURO FELGUERA: La firma de ingeniería controlada por varias sagas empresariales asturianas enfrentadas entre sí no ha logrado levantar cabeza en este 2017. Más bien todo lo contrario, pues ha sufrido la pérdida de un 67% de su valor bursátil aquejada por unos números rojos que hasta septiembre sumaban ya 11,5 millones de euros. A los atrasos en el avance de algunos proyectos y algunos pagos asociados al desarrollo de los mismos, se han sumado acusaciones de corrupción en Venezuela por supuestos pagos irregulares a cambio de licitaciones. El relevo en la presidencia del grupo no ha logrado calmar los ánimos de los inversores, que han empujado a la compañía a cotizar con mucho por debajo del euro por acción.

- LIBERBANK: La entidad heredera de Cajastur ha sido la gran señalada por la resolución de Banco Popular. Los deberes pendientes de saneamiento que pesaban sobre su balance hicieron que el mercado la señalase como posible nuevo caso de quiebra en el sector. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) intervino prohibiendo las posiciones cortas sobre sus acciones durante cinco meses y medio, suficientes para haber completado una ampliación de capital que ha mejorado su estructura financiera pero que no ha impedido que sus acciones acumulen una caída anual del 55%.

- SERVICE POINT SOLUTIONS: La compañía de gestión documental y reprografía regresó a cotización en Bolsa hace exactamente un año este miércoles, después de 35 meses de suspensión en el que superó un arduo proceso concursal en el que se desprendió de algunas de sus unidades territoriales más activas. Las expectativas de crecimiento que había publicado se han quedado muy lejos de las cifras finalmente obtenidas, y la previsión de que pueda lanzarse a operaciones corporativas, como también anunció en su vuelta a cotización, tampoco ha favorecido la entrada de dinero inversor. El resultado no es otro que la pérdida de un 55% de capitalización para SPS, porcentaje que solo ha logrado amortiguar en parte el traslado de la sede de la compañía a Madrid en plena tensión separatista en Cataluña.

- PRISA: El grupo de medios ha pagado en Bolsa la falta de avances en su plan de reorganización y las discrepancias en torno al relevo para el expresidente Juan Luis Cebrián. Concretamente, el grupo editor de `El País¿ ha cedido cerca de un 50% a lo largo de este 2017 en el que ha sido incapaz de encontrar comprador para la editorial Santillana a un precio suficiente para justificar la operación por la que se desharía de una de sus unidades más rentables. El cese en bloque de cinco consejeros independientes y las reiteradas ampliaciones de capital para la conversión voluntaria de deuda han sumado presión bajista a la compañía.

- ALMIRALL: La firma de laboratorios farmacéuticos han sido una de las pocas que han resistido el órdago secesionista en Cataluña sin mudarse de la región. Sin embargo, más allá del lastre político, lo que más ha resentido su cotización en este ejercicio ha sido su rebaja de previsiones de negocio debido a la suspensión de líneas abiertas en EEUU, mercado en el que había puesto el foco internacional y que no venía aportando los resultados esperados debido a un adverso efecto divisa por el cambio del dólar a un apreciado euro. La pérdida de casi 100 millones de euros hasta septiembre frente a los beneficios de hace un año y los retrasos en la aprobación de un fármaco contra la psoriasis han dado lugar a caídas del 40% en Bolsa.

- SIEMENS GAMESA: La historia de la fusión entre la vizcaína Gamesa y los negocios eólicos de la gigante alemana Siemens no han resultado como el mercado esperaba y las propias compañías habían presagiado. El cierre del mercado indio y la falta de consecución de las sinergias estimadas se ha traducido en un castigo inversor que roza el 40%. La compañía se ha convertido en nido de bajistas, pues acumulan un 4% de su capital, cota que no se había alcanzado hasta ahora en el último año. La formulación de un expediente de regulación de empleo (ERE) a escala mundial no ha hecho más que extender las dudas de sombra del mercado sobre la renovable.

- SNIACE: La compañía de energía y celulosas remontó en marzo de 2016 su propio proceso concursal que a punto estuvo de desfilar por el abismo de la liquidación. La compañía ha sido capaz de reducir pérdidas en balance en un 87% y de reabrir su fábrica de Viscocel. Sin embargo, los retrasos en la activación de su plan de negocio y el baile de sillas en su consejo de administración parecen haber sido los principales causantes de un retroceso bursátil del 37%. La retirada del histórico Félix Revuelta del órgano de gobierno de la cotizada tras haber acudido a su ampliación de capital ha sido el movimiento más significativo en su cúpula en este tiempo. A todo esto, se suma que la compañía tampoco fue capaz de sacar adelante una agrupación de acciones que hubiera reducido su volatilidad y mejorado el atractivo de su estructura de capitales.

- ORYZON GENOMICS: La biotecnológica fue la primera cotizada en abrir la senda de la huida de Cataluña tras los acontecimientos del 1-O. Un movimiento que se tradujo en fuertes avances para su cotización, pero no en suficientes como para borrar el castigo acumulado por la ruptura de su acuerdo con la gigante farmacéutica Roche. Los desarrollos anunciados después y el hecho de que sus números rojos hayan adelgazado más de un 6% según su último balance trimestral disponible no han evitado que la comandada por el matrimonio Buesa - Maes se aproxime al cierre anual un 37% por debajo del precio al que arrancó el ejercicio.

- GAM: El retroceso del 35% que acumula General de Alquiler de Maquinaria (GAM) en el año la convierte en la décima de esta lista. La salida de pérdidas en el tercer trimestre del año no ha sido suficiente para el mercado, que sigue sopesando la caída de actividad que desde hace años sufre la compañía debido al freno de negocio de sus principales clientes. Un factor más sibilino ejerce su presión sobre la asturiana: el casi 30% de su capital en manos de unas entidades financieras que, a la luz de lo acontecido en los últimos años, pueden colgar el cartel de se vende con descuento tan pronto como se vieran necesitadas de una inyección extra de liquidez.

 

- ANÁLISIS DE UNA BOLSA ESPAÑOLA QUE ESTE AÑO SE QUEDA SIN RALLY DE NAVIDAD