El Ejecutivo comunitario presentó en noviembre de 2015 su propuesta para crear un fondo de garantía de depósitos a escala europea que proteja los primeros 100.000 euros de los depositantes en caso de quiebra de una entidad financiera. El proyecto legislativo está bloqueado desde entonces debido a la oposición de países como Alemania o Países Bajos.

El documento preveía una tercera fase, a la que se llegaría en 2024, en la que la cuota de riesgo que asumiría el fondo europeo de garantía de depósitos alcanzaría el 100%. Sin embargo, el nuevo enfoque propone un proceso de dos fases y elimina cualquier referencia a la tercera etapa del plan anterior.

De esta forma, en una primera etapa de reaseguro, el fondo europeo concedería un préstamo a los esquemas nacionales de garantía de depósitos en casos de quiebra de un banco una vez que hayan agotado sus fondos para cubrir las pérdidas de una eventual quiebra.

La Comisión Europea propone además que los fondos aportados por el fondo europeo como préstamos cubran el 30% de la falta de liquidez en su primer año (que establece en 2019) y se eleve hasta el 60% el año siguiente y hasta el 90% en el tercer año (2021 según los planes de Bruselas).

Posteriormente, en la fase de coaseguro, el EDIS y los sistemas nacionales cubrirían las pérdidas desde el inicio. El fondo europeo empezaría aportando un 30% de estas pérdidas y su contribución iría aumentando progresivamente, aunque el Ejecutivo comunitario no especifica hasta qué nivel ni en qué año.

En cualquier caso, el paso a esta segunda fase está condicionado a los avances alcanzados en la reducción de riesgos, vinculados principalmente al nivel de créditos dudosos y otros activos tóxicos.

LA UNIÓN BANCARIA ES AÚN "VULNERABLE"

El objetivo de Bruselas con esta modificación es reconducir las negociaciones tanto entre los países del bloque comunitario como en el Parlamento Europeo, puesto que opina que el hecho de que no se haya puesto en marcha aún el EDIS puede hacer que al unión bancaria sea aún "vulnerable" a futuras crisis.

"Hemos analizado cuáles son las razones para algunas reticencias al EDIS y claramente debemos apuntar que durante los últimos dos años no ha habido muchos progresos", ha señalado en una rueda de prensa el vicepresidente del Ejecutivo comunitario responsable de Estabilidad Financiera, Valdis Dombrovskis.

El letón ha asegurado que el nuevo enfoque fortalece las salvaguardias para las objeciones "morales" que existen con respecto a la primera propuesta gracias a un enfoque "más gradual" y un análisis sobre la calidad de determinados activos que condiciona el paso a la segunda fase.

En esta línea, ha defendido que Bruselas no ha cambiado el nivel de ambición de la propuesta inicial, sino que ha introducido "elementos" para "facilitar" la toma de decisiones de los legisladores europeos, la Eurocámara y el Consejo de la UE.