De esta forma, el límite máximo de liquidez del que pueden disponer los bancos del país, que solicitan a través del mecanismo de provisión de liquidez (ELA), se reduce a 32.600 millones de euros.

Esta reducción, que estará vigente hasta el próximo 26 de octubre de 2017, según el Banco de Grecia, "refleja la situación de liquidez de las entidades helenas teniendo en cuenta los flujos de depósitos del sector privado".

La liquidez de emergencia del BCE para los bancos griegos llegó a alcanzar un máximo de 91.000 millones de euros el 22 de julio de 2015, después de que los líderes europeos y los representantes griegos lograsen un acuerdo sobre las condiciones para un tercer programa de asistencia a Grecia.

De este modo, desde el máximo que llegó a alcanzar en 2015, la línea de liquidez de emergencia disponible para los bancos griegos se ha reducido a petición del Banco de Grecia en alrededor de un 65%.

Los bancos griegos se vieron forzados a acudir regularmente a la liquidez de emergencia facilitada por el BCE cuando a principios de febrero de 2015 la institución decidió dejar de aceptar como garantía la deuda de Grecia en sus operaciones de refinanciación, una medida que abocaba a las entidades del país heleno a recurrir a la ELA a través del banco central nacional y cuyo coste para los bancos es sensiblemente superior al de la liquidez proporcionada por el BCE.