En un informe sobre igualdad de género, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) apunta a que la diferencia salarial persiste en todas las áreas sociales y económicas, pese a que las jóvenes de los países de ese organismo acaban su educación con mejores notas que sus homólogos masculinos.

La India (52,9 %), Turquía (42 %) y México (42 %) son los tres países donde la disparidad es más grande, mientras que Finlandia (3 %), Lituania (3,3 %) y Suecia (3,6 %) son los más igualitarios y en otros, como España, la diferencia de salarios se sitúa en el 10,8 %.

Cuando las mujeres trabajan, según sus conclusiones, es más probable que lo hagan a tiempo parcial, que avancen menos hacia puestos directivos, y que sean objeto de discriminación.

La desigualdad salarial tiende además a incrementarse con la edad, una tendencia en la que tiene un papel determinante la maternidad.

"Claramente queda mucho por hacer", indicó la nota, según la cual reducir un 25% la diferencia de género de aquí a 2025 podría añadir un punto al crecimiento previsto del producto interior bruto (PIB) en la OCDE y casi 2,5 puntos si se reduce a la mitad en ese período.

A juicio del organismo, los países deben invertir en oportunidades de liderazgo para las mujeres, y los dirigentes masculinos deben ponerse a la cabeza del cambio para acabar con los estereotipos que siguen perjudicando a las trabajadoras.