El Banco Central Europeo (BCE) vuelve a reunirse este jueves. Una cita a la cual las manos fuertes de las finanzas en Alemania se han asegurado que llegue su mensaje: es momento de retirar estímulos. El goteo de declaraciones ha sido incesante en las últimas semanas.

Las declaraciones a favor de que el BCE comience ya a retirar estímulos se han multiplicado en las últimas jornadas, conforme se ha acercado el día de encuentro para los miembros del consejo de gobierno de la institución monetaria. El último en reiterar su adhesión a este bloque de presión ha sido John Cryan, el consejero delegado de Deutsche Bank, el principal banco de Alemania.

Este mismo miércoles, el banquero ha explicado que ¿debe terminar la época del dinero barato¿ en el Viejo Continente aún ¿a pesar de la fortaleza del euro¿ para poner remedio a las ¿burbujas¿ que este escenario ha generado ¿en algunas partes del mercado de capital¿. En este sentido, apuntó a los récords de valoración del mercado inmobiliario alemán, los mínimos de rendimiento en los títulos de renta fija y el fuerte ascenso acumulado por la renta variable.

Cryan también ha apuntado hacia la cuestión de los bajos tipos de interés, que ha supuesto para las entidades de la Eurozona una significativa ¿desventaja competitiva¿ por la merma que han ocasionado en los ingresos de la industria. En este sentido, cabe recordar que las últimas cuentas de la entidad germana reflejaban una caída de beneficios a la mitad a pesar de haber implantado una estricta disciplina de costes.

Aunque las palabras del máximo responsable de Deutsche Bank no han sido las primeras, han sido las más directas, pues las ha pronunciado en presencia de Danièle Nouy, quien ocupa el cargo de presidenta del consejo de supervisión del mismísimo BCE. Ante ella también recordó que mientras que en España y Francia hay ahora un 50% menos bancos que en 2007, Alemania es un país ¿en el que no ha pasado mucho¿ y para perjuicio de la competitividad solo se ha reducido en un 17% el número de entidades.

LOS GRANDES BANCOS, EN BLOQUE

Desde las páginas del rotativo alemán Handelsblatt habló el presidente de Commerzbank, otra de las grandes entidades del país centroeuropeo. En una entrevista, Martin Zielke presiona al BCE para que cambie de forma inmediata su hoja de ruta a fin de poner remedio a los ¿cada vez mayores [¿] efectos secundarios¿ de la política de tipos cero y mantenimiento del plan de compras de activos. ¿Es el momento adecuado para retirar los medicamentos¿, sentenció en su discurso.

A modo de avanzadilla, Zielke animó a bancos, empresarios y ahorradores a ¿prepararse¿ para el cambio de guion por parte de un BCE al que, sin embargo, declara un ¿gran respeto¿. Este sentimiento lo fundamenta en la opinión de que estas medidas de apoyo adicional ¿ha dado espacio a la política europea para impulsar reformas¿. Ahora, una vez implementadas en buen grado, considera que es momento de que el banco emisor deje los mensajes crípticos y la atonía para pasar a un discurso más certero y acciones concretas de retirada siguiendo la estela de la Reserva Federal de EEUU, donde a pesar de todo algunos de sus miembros de gobierno han comenzado a poner en duda el que antes de final de año se conveniente un nuevo repunte de tipos oficiales.

El pionero en estas exigencias, como en otras ocasiones, ha sido el presidente del Bundesbank, el banco central del país. Jens Weidmann se ha mostrado contrario al hecho de que el BCE siga prorrogando su plan de compra de títulos de renta fija más allá de fin de año. Al contrario, se muestra convencido de la bondad de comenzar a retirar estímulos monetarios tan pronto como comience el próximo año. Eso sí, de forma ¿ordenada¿.

Un discurso al que se ha sumado en repetidas ocasiones el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Con el telón de fondo de las elecciones que el próximo 24 de septiembre renovarán el Gobierno de la primera economía europea, el hombre fuerte del gabinete Merkel ha señalado en repetidas ocasiones que ha llegado el momento de que tanto el BCE, con sede en Fráncfort, como otros bancos centrales siga el ejemplo de la Fed estadounidense.

ELECCIONES EN DOS SEMANAS

Hace solo unas semanas, un batallón de analistas se unía bajo esta bandera. En la presentación de las previsiones económicas de consenso de los principales institutos económicos del país, se mostraron convencidos de que el BCE debe abandonar su mensaje de continuidad aún a pesar de la apreciación del euro y dar ya pistas concretas de su plan de retirada gradual. Especialmente si, tal y como exigen desde la industria financiera del país, la marcha atrás comienza tan pronto como en cuatro meses.

¿No se puede hacer de la noche a la mañana, hay que empezar a preparar la salida¿, reclamó Oliver Holtenmöller, del Instituto para la Investigación Económica de Halle. Sin embargo, el grueso de analistas de las principales casas de inversión global considera que poco puede esperarse de la comparecencia de Draghi este jueves en línea con lo acontecido en el tan esperado como poco interesante encuentro de Jackson Hole.