El resultado de la primera subasta, en la que se registró una demanda de casi 10.000 MW, de los que casi 8.000 MW fueron al precio mínimo, ha hecho que el Ejecutivo se haya apresurado para lanzar una nueva convocatoria que permita dar cabida a ese hambre por proyectos que se quedaron fuera en mayo, gran parte de ellos fotovoltaicos.

Esta alta demanda de la anterior subasta hace que el Gobierno se haya guardado una cláusula confidencial por la que podría abrir la puerta a ampliar la potencia subastada por encima de esos 3.000 MW previstos.

Las grandes eléctricas volverán a estar presentes también en esta nueva puja, aunque, además de a eólicos, podrían lanzarse a proyectos fotovoltaicos.

Así, tanto Endesa como Gas Natural Fenosa, dos de las vencedoras en mayo con la adjudicación de más de 1.200 MW entre ambas, buscarán seguir creciendo en renovables, según indicaron a Europa Press en fuentes del sector.

Por su parte, Iberdrola, que es la primera empresa por potencia eólica en España con más de 5.500 MW y que fue la gran derrotada en la anterior subasta al no adjudicarse nada, medita si acudirá este miércoles a la puja.

Quien no acudirá seguro una vez más será Acciona, que ya ha dejado claro que no participará en ninguna subasta de renovables en España mientras no cambie la regulación.

FORESTALIA, DE NUEVO ATENTA

También estudia su participación Forestalia, la gran vencedora en las dos subastas anteriores en las que se hizo con una cartera de 1.500 MW eólicos, y que esta ocasión podría también lanzarse a proyectos fotovoltaicos, indicaron a Europa Press en fuentes del sector.

Asimismo, el sector fotovoltaico confía en poder sacarse la espina de las dos anteriores subastas, en las que se quedó prácticamente fuera del todo, y hacerse con unos 2.000 MW de los más de 4.000 MW de esta tecnología que esperan una oportunidad.

ALCANZAR EL OBJETIVO DEL 20% DE RENOVABLES

Con la adjudicación de esta nueva subasta, el Gobierno prevé prácticamente alcanzar el objetivo del 20% en materia de renovables en el horizonte de 2020, que actualmente se sitúa en el 17,3%, y seguir avanzando en el camino de la transición energética.

Al igual que la subasta de mayo, esta nueva puja será tecnológicamente neutra y podrán participar instalaciones de tecnología eólica y fotovoltaica en concurrencia competitiva, por lo que resultarán adjudicatarias las que sean más eficientes en costes.

Así, se mantendrán los criterios de desempate en función de las horas de producción establecidos en la puja anterior, que recibió críticas de las asociaciones fotovoltaicas de referencia, UNEF y Anpier, que ven en su aplicación un trato de favor a la eólica y que destacan la capacidad de la solar para competir en igualdad de condiciones.

No obstante, se prevé que en esta ocasión la puerta se encuentre más abierta para la entrada de la fotovoltaica ya que, aunque compite peor en horas, contará con una mayor oferta, ya que la práctica totalidad de lo adjudicado en la anterior subasta fue a parar a la eólica.

SUBASTA ANTERIOR

Así, de los 3.000 MW de potencia 'verde' adjudicados en mayo, 2.979 MW, el 99,3% del total, fue a parar a la eólica, al ser la tecnología que más energía produce por unidad de potencia instalada; 1 MW a la fotovoltaica, el 0,03%; y 20 MW al resto de tecnologías, el 0,66%.

El Grupo Forestalia, Gas Natural Fenosa, Enel Green Power España, la filial 'verde' de Endesa, y Gamesa fueron los grandes vencedores de la subasta al adjudicarse más de 2.600 MW.

En concreto, Forestalia se adjudicó el mayor paquete, con 1.200 megavatios (MW), el 40% del total, mientras que Gas Natural Fenosa se hizo con 667 MW, Enel Green Power España con 540 MW y Siemens Gamesa con 206 MW.

Otros grupos más pequeños, como Norvento, que ganó 128 MW, y el grupo aragonés Brial, que se hizo con 237 MW, completaron prácticamente el total de los 3.000 MW renovables lanzados.