Un pequeño susto la semana pasada en el mercado de bonos bastó para despertar a muchos inversores. Que el bono alemán escalase hasta el 0,5% de rentabilidad (máximos desde enero de 2016), que se continuasen tensionando los rendimientos de la deuda gubernamental y corporativa al son de las palabras de los banqueros centrales fue suficiente para que la bolsa se preocupase también. La Fed de EEUU ya ha comenzado la era del dinero más caro y las últimas declaraciones del Banco Central Europeo hacen ver cada vez más cerca que la era de la liquidez gratis está cerca de terminar.

El mundo, en especial el bursátil, vive en una especie de interminable calma que ha hecho que la volatilidad esté en niveles irrisorios. La volatilidad media que está mostrando este año la bolsa americana es la lectura más baja desde 1990, según contaba a sus inversores Alberto Espelosín, gestor del fondo Pangea de Abante, en su reciente carta. Espelosín pronostica que ¿en la segunda parte del año el nivel de nerviosismo del mercado se incrementará, por lo que recomienda comprar algún tipo de protección¿. No es el único que augura que la calma puede ser el preludio de la tempestad. Esta semana, el fondo soberano de Singapur (el quinto mayor fondo soberano del mundo), advertía de los altos niveles de complacencia de los inversores. Considera que la volatilidad es demasiado baja frente a las incertidumbres que existen y se muestra especialmente cauto al ver la tranquilidad de la comunidad inversora, según recoge Bloomberg.

Y eso en un momento en el que no pocos gestores españoles están advirtiendo de lo que les cuesta ya encontrar valoraciones atractivas en el mercado español (en muchos casos también en el europeo). Y en el que el gran gurú de la bolsa, Warren Buffett ha llevado la liquidez a niveles históricamente altos (100.000 millones de dólares).

¿Los próximos 12-18 meses presenciaremos los momentos de inversión más difíciles de nuestras carreras¿, advertía la gestora JPMorgan Assett Management. Hasta el propio Ray Dalio, fundador de uno de los mayores hedge funds (fondo de inversión libre) del mundo reconocía también la semana pasada que ¿nuestra responsabilidad ahora es seguir bailando, pero cerca de la salida y con un ojo puesto en los posos del café¿. El inversor americano hace referencia al momento en el que los banqueros centrales están empezando a apagar la música mientras el público no quiere que termine la fiesta. La de la liquidez a raudales.

Lo que nos dice el mercado de bonos

La semana pasada los inversores empezaron a descontar que cuando termine el programa de estímulos del BCE (momento que ahora parece más cerca) desaparecerá uno de los grandes compradores de deuda europea de los dos últimos años. Además de este efecto, el tenedor de bonos piensa, primero, que si las rentabilidades van a seguir subiendo (los bonos se comportan diferente a las acciones, cuando sube la rentabilidad, cae el precio) pueden tener pérdidas en cartera. Prefieren vender. Segundo, que si realmente suben las rentabilidades al son de los tipos de interés pueden encontrar bonos con rendimientos más altos en el futuro. Motivo también para vender de momento. Existe la posibilidad de permanecer hasta el vencimiento del bono en cuestión, pero la subida de los precios (inflación) es un monstruo demasiado amenazante como para tentarlo con rentabilidades tan bajas como ofrece ahora la deuda.

¿Y la bolsa? ¿Por qué temer un susto?

¿Es difícil pensar que si viene un buen susto en renta fija no se contagiará a la bolsa¿, afirma Pablo González, gestor de renta fija en Ábaco. Primero, por el propio efecto contagio, segundo por la necesidad de hacer liquidez con uno de los activos más líquidos (la bolsa) si viene un revés en el mercado de deuda. Y tercero, porque si los tipos de interés empiezan a subir, la consecuencia directa es que a las empresas también se les va a encarecer la financiación. El mercado puede empezar a diferenciar entre las que han hecho los deberes y las que lo van a tener complicado en los próximos años.

Los inversores que prefieran trasvasar su ahorro a productos con menos riesgo (recuerda que puedes traspasar el dinero de un fondo a otro sin coste fiscal), pueden encontrar productos en esta píldora de Invertia y Finect. De todas maneras, en ciclos largos la bolsa (al menos la americana) siempre ha dado rentabilidades positivas y según Iván Martín, gestor de Magallanes, ¿la bolsa, con dividendos, se ha recuperado de caídas fortísimas en periodos no superiores a 7 años¿. Por eso, puedes consultar aquí cuánto puedes tener si inviertes a largo plazo y no tocas la inversión en años.