Una parte importante de este grupo de desempleados presenta además bajos niveles de educación, una alta duración en el desempleo y falta de competencias digitales, lo que provoca que su nivel de empleabilidad sea menor en comparación con el de otras franjas de edad y que su presencia relativa en el desempleo esté en ascenso.

Según Fedea, no todas las comunidades autónomas se enfrentan a la misma problemática, pues en Navarra, por ejemplo, sólo el 30% de los desempleados supera los 45 años, frente Castilla y León, donde la presencia de parados en esta franja de edad es la más alta, con un 42%.

El observatorio laboral de Fedea destaca además que el paro de larga duración se ha reducido dos puntos en el último año, hasta afectar actualmente al 58% de los desempleados. De este modo, los parados de corta duración están teniendo una incidencia mayor, lo que, según la Fundación, es una "buena noticia" dado que su empleabilidad es "muchísimo mayor" que la de los desempleados de larga duración.

Fedea observa "descensos sensibles" del desempleo de larga duración en Castilla y León, Aragón, Cataluña, Murcia, Baleares, Canarias y, especialmente Navarra, donde el paro de larga duración se ha reducido desde el 68,3% al 47,5% en el último año.

Por el contrario, Extremadura y País Vasco presentan aumentos significativos del paro de larga duración, de seis y dos puntos, respectivamente, hasta tasas del 61% y del 65%.

Según Fedea, dada la difícil empleabilidad de este colectivo, es "muy posible" que las diferencias regionales en el paro de larga duraciçon se deban a la efectividad de las políticas activas de empleo.

En general, la Fundación aprecia tasas de desempleo más favorables que hace un año en prácticamente todas las comunidades, salvo en Extremadura. En cuanto al paro juvenil, su tasa, a nivel nacional, se ha reducido casi cinco puntos en el último año, destacando el fuerte retroceso experimentado en Asturias, que ha recortado casi 21 puntos su tasa de paro juvenil, desde el 52% al 31%.

EL SECTOR SERVICIOS GANA PESO EN EL EMPLEO

En su informe, Fedea analiza la composición del empleo por sectores desde el inicio de la crisis. Mientras que la construcción se ha desplomado y ha arrastrado consigo a la industria, el sector servicios ha ganado peso en la ocupación: 76 de cada 100 ocupados trabaja ya en este sector, frente a la proporción de 66 a 100 que se registraba antes de la crisis.

Eso sí, Fedea señala que en comparación con el año pasado se ha producido una leve recuperación del empleo en la construcción y en la industria. Aunque el primero no recuperará posiblemente niveles de empleo precrisis, la industria aún necesita un aumento de dos puntos para alcanzar la incidencia relativa que tenía antes de la recesión.

El observatorio constata que la temporalidad en el empleo ha aumentado ligeramente en el último año, aunque con notables diferencias regionales. Comunidades como Andalucía, Murcia y Canarias muestran tasas de temporalidad superiores al 30% que, lejos de disminuir, siguen aumentando. Asimismo, Cantabria y La Rioja han visto aumentar su tasa de temporalidad en más de cuatro puntos porcentuales en el último año, mientras que en País Vasco y Navarra el efecto ha sido el contrario.

"En resumen, la recuperación del empleo en algunas regiones se está sustentando en un aumento del empleo temporal principalmente, mientras que en otras parece ser que el empleo indefinido va poco a poco ganando peso", afirma Fedea.