El colectivo señala que el número de trabajadores españoles que cobra menos de 1.000 euros mensuales ha aumentado de forma continuada en los últimos ocho años, alcanzando en 2015 -año de la última estadística disponible- la proporción más alta desde que comenzó la crisis, con el 47% de los trabajadores (8.160.172 personas) con salarios por debajo del mileurismo.

Además, los Técnicos de Hacienda alertan de que, de no contar con otros ingresos familiares, casi 6 millones de trabajadores (un 34,4%) podrían encontrarse en riesgo de pobreza, al percibir un sueldo por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que fue de 9.080,40 euros en 2015, teniendo en cuenta que 8.010,90 euros era el umbral de riesgo de pobreza en hogares de una persona en ese año, sin considerar que el umbral de pobreza en hogares de 2 adultos y 2 niños era 16.823 euros.

Gestha indica que la mejoría de la actividad económica y de los beneficios empresariales en 2014 y 2015 no se trasladó a los salarios más precarios. En cambio, esta espiral del mileurismo contrasta con la situación de los directivos, que han seguido aumentando su salario inmunes a la crisis económica.

En los dos últimos años el número de estos trabajadores con sueldos más altos ha aumentado hasta las 136.502 personas, el 0,8% del total de 17.349.558 asalariados.

Gestha califica la situación retributiva de los trabajadores precarizados como injusta si se tiene en cuenta que estos 136.502 directivos ingresan exactamente lo mismo que los 5.754.174 de trabajadores con sueldos más bajos, el 96,5% de los 5.960.597 trabajadores con sueldos por debajo del SMI.

AUMENTA LA DESIGUALDAD

Para Gestha, la inevitable consecuencia de esta dispar situación es que la desigualdad salarial de los trabajadores ha aumentado un 3,8% desde 2007, siendo especialmente intensa en los tres últimos años. De hecho, denuncia que la igualdad salarial ha perdido terreno para situarse en niveles de 2005, previos a la crisis económica.

Así, la desigualdad salarial se recortó hasta 2007, empeoró en los peores años de la crisis en 2008 y 2009, y mejoró nuevamente entre 2010 y 2012, para iniciar en 2013 una senda negativa hacia una mayor desigualdad.