La Reserva Federal (Fed) ha elevado los tipos de interés hasta la horquilla comprendida entre el 0,75 % y el 1 %, pero el BCE continúa un paso por detrás, a la espera de que se aclare el escenario político europeo.

El foco estará puesto en la activación del artículo 50 por parte del Reino Unido y en las elecciones francesas, con la primera vuelta el 23 de abril y la segunda el 7 de mayo, en el caso de que fuera necesaria.

Este es el principal impedimento para que la institución presidida por Mario Draghi suba los tipos de interés en la eurozona, según apunta un informe de Fidentiis Gestión.

"No esperamos que el BCE cambie su política antes de las elecciones francesas", explica la gestora, que cree que los comicios galos centrarán "la atención del mercado en los próximos 45 días".

Los franceses no serán los únicos que tendrán una cita con las urnas a lo largo de este año, ya que los alemanes también elegirán a sus diputados y al próximo canciller entre finales de agosto y octubre.

"La incertidumbre política está suponiendo un lastre para las bolsas del continente, presionando a las primas de riesgo de los bonos soberanos y condicionando al BCE", comentan desde la gestora.

A pesar de este contexto, la economía europea muestra una "inercia positiva" y obliga a que los tipos de interés en Europa se pongan "al día con la coyuntura" y retomen "la tendencia al alza".

De hecho, los expertos de Fidentiis Gestión consideran que "la percepción del riesgo político en Europa es exagerada".

En el caso concreto de Francia, el escenario que se contempla es la victoria de un presidente que implemente "una agenda reformista", que para la gestora es Emmanuel Macron.

Por tanto, la posible llegada de Macron al Elíseo resta oportunidades a la candidata por el Frente Nacional, Marine Le Pen, y una de las mayores preocupaciones de los mercados por sus propuestas de abandonar el euro.

"El motivo fundamental es la falta de apoyos que tiene el Frente Nacional con el resto de partidos políticos, lo que dificultará enormemente que logre alcanzar algún tipo de acuerdo con ellos", según sostiene el responsable de relación con inversores en España de la gestora Amiral Gestión, Pablo Martínez.

En este sentido, la derrota de Le Pen supondría "una continuidad al 'statu quo' en Francia", haría que la prima de riesgo francesa recuperara "niveles previos" y podría llevar a "un incremento en las inversiones de capital extranjeras".

Ante este escenario, los gestores de Fidentiis apuestan por el riesgo "tanto en términos netos como brutos".

"Estamos tan positivos como no lo hemos estado en mucho tiempo", aseguran y se fijan en la banca española, a pesar de que en febrero mostró un comportamiento peor al del sector europeo.

Los motivos que llevan a Fidentiis a decantarse por estas entidades son "los catalizadores del comportamiento en bolsa", entre los que cita la subida de tipos en Estados Unidos y una vuelta a la inflación, las mejores perspectivas de la subida de precios en Europa y la sensibilidad del margen de intermediación a los tipos de interés.

Fidentiis también habla en el informe de Banco Popular y cree que "el nuevo presidente intentará aumentar los niveles de capital del banco vendiendo Totalbank y WiZink", aunque si no fuera capaz de realizar una reducción orgánica "sería absorbido por un gran jugador con una valoración muy baja de sus fondos propios actuales". EFECOM

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