Nicolás Maduro lo advirtió en noviembre. Eran los prolegómenos de la reunión clave de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) y Venezuela, junto con Irán, defendía entonces recortar la producción para acabar con el exceso de producción y así elevar los precios. Por el contrario, si sigue la guerra de precios, alertaba, el petróleo se desplomará un 40% más hasta 25 dólares. La 'batalla’ está más ‘cruenta’ que nunca y la OPEP ya está vendiendo su petróleo a 25,00 dólares. Este es el precio de referencia que marcó ayer la Organización, hoy podría estar incluso por debajo.

De este modo, la OPEP mete más ‘plomo y póvora’ a esta contienda entre los productores y presiona a la baja al resto de barriles de petróleo. El Brent, barril de referencia en Europa, cae hoy un 1% y pierde el nivel de los 30 dólares, en su zona de mínimos desde el año 2004. Por su parte, el West Texas se deja un 2% y cotiza cerca de los 29,5 dólares, en niveles de 2003.

Una evolución que golpea de lleno a las petroleras. Entre ellas a la española Repsol, que hoy se deja en el parqué madrileño más de un 2,6% y ahonda su propia crisis, en la que se puede ver obligada a vender más activos para calmar la presión de los inversores.

Maduro, el ‘gurú’ del petróleo

El tiempo ha demostrado que la ‘loca’ advertencia de Maduro no lo era tanto. O es que la verdadera locura es la de esta guerra de productores que está ahogando sus cuentas. Hasta Arabia Saudí está pasando serios problemas, y eso que es el país productor más fuerte gracias al bajo coste de extracción que tiene su petróleo y a la cantidad de reservas internacionales que había acumulado hasta 2014.

El país está estudiando sacar a bolsa a su gran petrolera Saudi Aramco, para conseguir financiación en los mercados y superar estos tiempos de ‘barriles flacos’. Aunque la petrolera es una de las compañías más opacas del mundo, sólo por su volumen de producción fácilmente se convertiría en la compañía con mayor capitalización del mundo, por encima de Apple.

Venezuela conoce bien el mercado del petróleo y los problemas que está generando en su economía. Los precios de venta actuales son más propios de los años noventa que de este siglo y más todavía si se descuenta la inflación.

Y es posible que Maduro se quedara corto en su advertencia. Otros ‘gurús’ ven los precios mucho más abajo. Goldman Sachs ya alertó hace tiempo que no sería extraño ver al crudo en 20 dólares. “El exceso de oferta en el mercado de petróleo continúa siendo una preocupación”, alertó el equipo de análisis de la entidad, y “la incertidumbre sobre cómo y dónde puede producirse el ajuste se ha incrementado”. Esta misma semana Morgan Stanley ha refrendado su opinión y también cree que el petróleo caerá hasta los 20 dólares.

Gazprom se desangra

El mayor productor de gas del mundo, la empresa rusa Gazprom, ha presentado hoy sus cuentas del tercer trimestre del año que dejaron unas pérdidas de 2.000 millones de rublos (algo más de 26 millones de dólares), mientras que un año antes ganaba 105.700 millones de rublos. Si bien es cierto que los analistas estimaban unas pérdidas mucho mayores, cercanas a los 17.600 millones de rublos, la realidad es que las empresas rusas también están ahogadas por la caída de los precios de la energía.

El desplome de la divisa rusa es lo único que ha permitido contrarrestar el desplome de los ingresos de la compañía. Ya que, como la mayor parte de sus ventas son en euros o en dólares, al desplomarse el rublo recibe más rublos por cada dólar o por cada euro. Un ajuste ‘ficticio’ por la vía de la divisa que lo único que refleja son más problemas para la compañía y para el país.

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