La Reserva Federal (Fed) ha conseguido lo que parecía imposible: generar las expectativas de que la subida de los tipos de interés será inminente sin que esto genere un desplome en los mercados. Desde el estallido de la burbuja inmobiliaria, los inversores no habían sentido tan cerca el fin de los estímulos monetarios en Estados Unidos. El mercado cotizó el martes por primera vez en toda la crisis que la subida del precio del dinero empezará en la próxima reunión de la entidad, que se celebra los días 15 y 16 de diciembre.

Estos datos se obtienen del indicador de probabilidad implícita de los tipos de interés que elabora Bloomberg tomando como base la cotización de opciones y futuros sobre los tipos de la Fed. En otras palabras, la agencia emplea el precio al que los inversores se están intercambiando el dinero a futuro, lo que refleja dónde creen que estará el precio del dinero a diferentes plazos.

.

Esto significa que el mercado ya ha empezado a cotizar que la Fed subirá los tipos de interés en diciembre. La institución lleva desde la semana pasada lanzando mensajes en esta dirección y han acabado por convencer a los mercados que la retirada de los estímulos es inminente. La entidad se reunió la semana pasada y acordó que “determinará si será apropiado subir los tipos de interés en su próxima reunión”. Hasta ese momento, los mercados estaban descontando que la subida de los tipos de interés se retrasaría hasta marzo. La probabilidad que manejaba el mercado de que los tipos subieran en diciembre era de apenas el 26%, actualmente alcanza el 52%.

Cada vez más analistas creen que la de diciembre será la reunión elegida por la entidad para empezar a subir los tipos de interés. Una de las claves será cómo evolucione el mercado laboral hasta entonces. El viernes se publica el informe de empleo de octubre y los expertos son optimistas: esperan que el sector privado haya creado 182.000 trabajos nuevos durante el mes, frente a los 142.000 de septiembre. “Cualquier cifra por encima de 175.000 empleos puede mantener a muchos miembros de la Fed confortables con señalar que la subida de tipos en diciembre es razonable”, explica Michael Gapen, analista de Barclays.

.

El miércoles es un día importante para la entidad, ya que hablarán tres de los capos de la entidad. Como si se tratase de los tres tenores, pero incluso con más atención en sus voces. Esta es la agenda para la sesión: Janet Yellen, presidenta de la Fed, comparece a las 16:00 (hora española) ante los congresistas; el presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, dará una rueda de prensa a las 20:30 horas y el vicepresidente de la entidad, Stanley Fischer, comparece ya a la 1:30 de la madrugada del jueves. 

Lo imposible

La Fed tenía previsto iniciar la subida de los tipos de interés a la vuelta del verano, sin embargo, las tensiones en los mercados financieros, principalmente en China y el resto de emergentes, obligaron a la entidad a posponer su decisión. Parecía que iba a ser imposible que la entidad pudiese subir los tipos sin desestabilizar a todo el globo, pero parece que esta vez lo está consiguiendo. Los inversores ya creen que la retirada de los estímulos es inminente y el pánico no ha vuelto a los mercados.

Misión cumplida, por el momento. Pero en este logro tienen tanta importancia o más el resto de grandes bancos centrales mundiales. El Banco Central Europeo (BCE) ha insinuado que aumentará sus estímulos en diciembre, el Banco de Japón también está valorando hacerlo y el Banco Popular de China ya aumentó los suyos hace dos semanas, cuando anunció una rebaja de los tipos de interés y el coeficiente de reservas de la banca.

“¿No les parecen suficientes los bancos centrales que han decidido de forma reciente aumentar (o anunciar que lo harán) sus medidas expansivas?”, se pregunta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. Los grandes bancos centrales ya han actuado de forma conjunta en el pasado y esta vez no parece una mera coincidencia. De hecho, hasta el momento están teniendo éxito en su lucha contra el mayor tabú que había en los mercados, hablar de la subida de los tipos de la Fed. La entidad se refirió explícitamente a revisar sus estímulos en diciembre y el suelo no se abrió bajo las pantallas de cotizaciones. Los inversores han demostrado que quieren estímulos, y si Europa, China o Japón toman el relevo de EEUU, será suficiente.

Cambio de tendencia

Pese a la tranquilidad que domina los mercados en la última semana, se aprecia el cambio de tendencia que provocaron las palabras de la Fed en algunos activos. El ejemplo más claro está en la deuda estadounidense, que se ha girado al alza desde la reunión del miércoles. El bono a cinco años de EEUU que pagaba una rentabilidad del 1,365% hasta el pasado miércoles, hoy ofrece 23 puntos básicos más, en total un 1,6%, su nivel más alto desde septiembre.

.

También el dólar ha sentido las palabras de la Fed y cotiza al alza contra las principales divisas globales. En su cruce contra el euro ha conseguido doblegar a la divisa común, que ahora cotiza por debajo de los 1,10 dólares.

Estos movimientos a la baja se están realizando en un momento en el que la volatilidad está muy contenida. Los inversores están tranquilos y están buscando activos con más riesgo que permitan mejorar su rentabilidad, por lo que están encontrando su activo preferido en la bolsa. En poco más de un mes, el índice Dow Jones se ha revalorizado más de un 12% y está ya a sólo un 2% de volver a alcanzar sus máximos históricos.

Noticias relacionadas