“Mi idea es pasar a la reserva”. La frase es de Carlos Herrera y corresponde al 19 de septiembre del año 2017. El comunicador de Cope se encontraba desde ese verano negociando su renovación con el presidente de la emisora, Fernando Jiménez, al mismo tiempo que enviaba periódicamente órdagos públicos a la cadena, poniendo en duda su continuidad y avisando de que se encontraba más cerca de la jubilación que de una larga carrera en las ondas. 

Lo cierto es que tres meses después de estas palabras Herrera firmaba con Cope la prolongación de su contrato por dos años, más uno opcional. En total, tres temporadas que daban un respiro a la cadena que tiene al comunicador como su principal arma publicitaria desde que le fichara en verano de 2015. 

¿Estrategia para renovar al alza? Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL indican que las declaraciones públicas de Herrera, que se sucedieron por esos meses, obedecían al real interés del comunicador de tomarse con más calma sus apariciones ante el micrófono y comenzar a reducir su tiempo en antena. Una retirada escalonada que los directivos de Cope frenaron bajo la promesa de “bajar la intensidad”, cuando se cumpliesen determinados objetivos de audiencia y de facturación.

Finalmente, el contrato se cerró con el compromiso formal de que la primera temporada de la renovación, la que terminará este mes de junio, el comunicador se volcase con el objetivo de acercarse al liderazgo, para buscar una menor exposición a partir de septiembre de este año. De esta manera, en enero de 2018 comenzó a dibujarse la “retirada progresiva” de Herrera, que ya comenzará a hacerse efectiva a partir del próximo curso. 

Asalto al liderato de las mañanas

Esto no significa que Herrera se jubile, ni mucho menos, pero sí se entra en un punto de no retorno en el que progresivamente irá reduciendo su presencia en antena, para buscar a sus 61 años de edad, una salida paulatina en la que pueda seguir consolidando su audiencias, pero a la vez comience a tener una vida más normal. Hay que recordar que Herrera trabaja en antena de lunes a viernes desde las seis de la mañana hasta la una de la tarde. 

En términos prácticos, a contar de la próxima temporada (la segunda de su nuevo contrato y con una tercera opcional en el horizonte) Herrera comenzará a desligarse de los viernes y de la segunda parte de su programa, el más centrado en magazine, para pasar a ser una figura más cercana a lo que es un líder de opinión que a la de un periodista. En definitiva, que haga menos horas en antena. 

Herrera se ha hecho fuerte en su sección de opinión, la que se reforzará a contar de la próxima temporada. Los estudios internos de Cope indican que la parte más fuerte y más valorada por los oyentes es la primera hora de la mañana, de la mano del debate político que le ha convertido en un referente de posiciones más conservadoras.

De hecho, en Cope creen que reforzando esta área y pese a que Herrera estará menos tiempo en antena, pueden seguir acercándose al primer lugar. Unos datos que, de momento, acompañan. En el EGM de abril, Carlos Herrera logró un nuevo récord con 2.492.000 oyentes, sumando 466.000 seguidores desde noviembre del año pasado. 

Posibles sustitutos

Por su parte, Hoy por Hoy con Pepa Bueno y Toni Garrido (que serán sustituidos en septiembre por Àngels Barceló) llegó a los 2.640.000 oyentes y se dejó 120.000. La diferencia entre los dos programas también es la mínima y llega a solo 148.000 seguidores, la más reducida y por primera vez con una posibilidad real de que la Ser pierda el liderato. 

Precisamente para no perder audiencia, en Cope llevan varios meses probando fórmulas para que, en el medio plazo, puedan compensar la pérdida de Herrera. En este punto, uno de los que está mejor posicionado es Agustín Bravo que este verano volverá nuevamente a sustituir al comunicador andaluz en vacaciones. 

Bravo es el sustituto actual, pero en la Cope saben que no tiene el tirón necesario para compensar una eventual retirada de Herrera. Se barajan otros nombres como Goyo González o María José Navarro, pero siempre como buenos segundos que acompañan al comunicador en momentos puntuales y sin una trayectoria que permita pensar en una sustitución a largo plazo. 

Con todo, fuentes cercanas reconocen a este diario, que ahora mismo en el mercado no hay nadie que pueda sustituir a Herrera y que, precisamente por eso, la emisora ha entrado en un proceso tutelado por el comunicador que les permita preparar a un reemplazante adecuado. Un proceso que comienza en septiembre. 

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