La Fundación Diario de Avisos celebró este jueves, 11 de octubre, la cuarta edición de sus Premios Taburiente, unos prestigiosos galardones concedidos anualmente en Tenerife a distintas personas, colectivos e instituciones de proyección nacional e internacional que constituyen un ejemplo en sus diferentes ámbitos de actuación.

La ceremonia, a la que han asistido un gran número de personalidades ilustres de la sociedad isleña, tuvo lugar en el Teatro Guimerá de Santa Cruz de Tenerife y distinguió a once premiados. Uno de ellos fue Pedro J. Ramírez, director de EL ESPAÑOL, quien fue reconocido como figura de enorme relevancia en el periodismo y la comunicación de este país.

De manos del director de Diario de Avisos, Carmelo Rivero, Pedro J. recibió su Taburiente ante un sonoro aplauso del público asistente, que llenó el Teatro chicharrero.

"Ya sabía que sois buenos periodistas", dijo en referencia a los compañeros de Diario de Avisos, "pero lo que no sabía es que también erais capaces de canalizar grandes emociones". Pedro J., como todos y cada uno de los asistentes a la gala, no había podido evitar emocionarse con los discursos de los premiados y, muy especialmente, con las palabras de Patricia Ramírez, madre de Gabriel Cruz, quien fue galardonada con el premio especial a la concordia y que con su recuerdo a su hijo y su llamamiento al espíritu bondadoso y solidario de la inmensa mayoría de las personas logró poner en pie y acongojar al respetable. El teatro se llenó entonces de un inesperado y profundo sentimiento difícil de explicar: admiración, respeto, cariño, ternura...

"Has engrandecido la condición humana"

"Se me ha dado todo la vuelta", confesó el periodista al recibir el premio. "Yo iba a hablar de las alianzas estratégicas, alianzas empresariales, pero al escuchar la voz y la ternura de María Mérida [histórica cantante también premiada], la pasión de Martín Chirino, a quien tanto admiro, y la experiencia del empresario López Arvelo, no me queda más que agradecer todo lo que he aprendido aquí esta noche, y es el secreto de la eterna juventud: me he dado cuenta de que uno es de la edad de la pasión que anida en su mente", anunció. 

El periodista reconoció haber experimentado unas "maravillosas vibraciones" durante la gala, y compartió con los asistentes la reflexión que estas le evocaron: "El problema es el silencio de los mejores y que lo que prospera hoy día es el histrionismo de los extremistas". "No somos islas, todos formamos parte de un mismo continente, la condición humana", explicó y, dirigiéndose directamente a Patricia Ramírez, dijo: "Tú has engrandecido hoy nuestro continente".

La emoción tras las palabras de Patricia, el vídeo en recuerdo de su hijo y de cómo ella, en un momento extremadamente duro, supo llamar a la calma y evitar los brotes de ira contra la causante de tanto dolor calaron profundamente en el público asistente a los Taburiente y condicionó el discurso de algunos de los asistentes, entre ellos el del propio Pedro J. Ramírez. "Me siento unido a todos ustedes por la emoción y los sentimientos que hemos compartido hoy aquí", confesó.

"Para un comunicador, lo que cuenta es el público"

Premiado por su trayectoria periodística, Pedro J. recordó entonces que "lo que cuenta para un comunicador sois vosotros, los usuarios, lectores, espectadores: el público".

Dejando atrás la emoción del comienzo de sus palabras, el director de EL ESPAÑOL subrayó el "carácter conciliador" de los canarios. No en vano, "los presidentes de muchas comisiones de investigación son canarios, quizás por su búsqueda siempre del acuerdo y del consenso", dijo ganándose la sonrisa del público. "El centro geográfico de España es Madrid, pero ojalá el centro político del país fuera Canarias", dijo recibiendo un fuerte aplauso de los asistentes, que agradecieron el reconocimiento a este aspecto del carácter isleño.

"En un tiempo en el que sobran los extremismos, Carmelo Rivero es un ejemplo de buen periodismo", dijo sobre quien le hizo entrega del premio, el director de Diario de Avisos, un periódico que durante su larga trayectoria "ha ayudado sin duda a mejorar a la sociedad tinerfeña".

"Con actos como este hay que expresar y contagiar a los demás de buenos sentimientos", concluyó antes de abandonar el escenario del tinerfeño Teatro Guimerá.