Revolución en el sector de los videojuegos. La empresa tecnológica estadounidense Microsoft ha alcanzado un acuerdo para adquirir Activision Blizzard, compañía propietaria de franquicias tan populares como Starcraft, Call of Duty y Candy Crush, por 68.700 millones de dólares (unos 60.300 millones de euros) en efectivo. 

La compañía tecnológica afirma en un comunicado que esta adquisición, la más grande de su historia, acelerará el crecimiento de su negocio de juegos en dispositivos móviles, ordenadores, consolas y la nube, al mismo tiempo que le proporcionará elementos básicos para el desarrollo del metaverso.

Cabe recordar que Activision ya había adquirido la compañía King en 2016, desarrolladora famosa por licencias como Candy Crush. 

Microsoft asegura que, tras la integración en la compañía de Activision Blizzard gracias a esta operación, Microsoft se convertirá en la tercera compañía más grande del mundo en el sector de los videojuegos tras Tencent y Sony.

(Más información sobre esta compra en Vandal, el portal de videojuegos de EL ESPAÑOL)

El precio propuesto asciende a 95 euros por acción, lo que representa una prima del 45% respecto al valor de los títulos al cierre del pasado viernes. La operación está previsto que se cierre en el ejercicio fiscal 2023 de Microsoft, que empieza el próximo 1 de julio, una vez obtenidas las aprobaciones de los reguladores y de los accionistas de Activision Blizzard.

Con esta operación, franquicias icónicas de los estudios Activision Blizzard y King como Warcraft, Diablo, Overwatch, Call of Duty, Halo y Candy Crush se sumaran a la oferta de Microsoft Gaming, además de las actividades globales de eSports que mantiene la compañía adquirida a través de Major League Gaming.

Asimismo, también supondrá la incorporación a la plantilla de la empresa tecnológica de los casi 10.000 empleados con los que cuenta actualmente Activision Blizzard. Al cierre de la operación, Microsoft tendrá 30 estudios internos de desarrollo de juegos, además de nuevas capacidades de producción de eSports.

Bobby Kotick mantendrá su puesto como consejero delegado de Activision Blizzard y dependerá directamente de Phil Spencer, consejero delegado de Microsoft Gaming. La operación ha recibido el visto bueno de los consejos de administración de las dos compañías. 

Potencial de crecimiento

Microsoft remarca que con 3.000 millones de jugadores activos en la actualidad en todo el mundo, e impulsada por una nueva generación gracias al entretenimiento interactivo, los juegos son hoy en día "la forma de entretenimiento más grande y de más rápido crecimiento".

En este sentido, recuerda que se trata de un mercado valorado en más de 200.000 millones de dólares (176.000 millones euros) e incide en que los dispositivos móviles son actualmente el segmento más importante, ya que a través de ellos se conectan el 95% de todos los jugadores del mundo. 

En este contexto, Microsoft destaca que con la adquisición de Activision Blizzard reforzará su servicio de suscripción Game Pass, que ya ha superado los más de 25 millones de abonados.

"Con los casi 400 millones de jugadores activos mensuales que tiene Activision Blizzard en 190 países y sus franquicias valoradas en 3.000 millones de dólares, esta adquisición hará de Game Pass una de las apuestas de gaming más atractivas y diversas de la industria", subraya. 

La operación de compra se produce además un día después de que se conociera que Activision Blizzard ha despedido a cerca de 40 empleados y expedientado a otros tantos desde el pasado mes de julio tras varias denuncias de acoso sexual y otras conductas indebidas en la compañía. 

Hace unos meses 'The Wall Street Journal' ya reveló que el consejero delegado de la compañía, Bobby Kotick, había sido consciente durante años de los problemas de acoso sexual a las empleadas de la empresa, pero no informó de estos hechos al consejo de administración.

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