Indra ha desvelado que fortalecerá su sistema 'Arms' como estrategia para proteger infraestructuras críticas, aeropuertos, edificios oficiales y eventos públicos de la amenaza que puede suponer la próxima generación de drones.

En palabras de la compañía, los drones son cada vez "más populares y baratos", mientras que su alcance, navegación y carga "aumentan". Es por ello que desde Indra aseguran que es "de vital importancia" una "evolución rápida y constante de los sistemas antidron a un ritmo que pocas empresas en el mundo serán capaces de seguir".

Desde la compañía se ponen como ejemplos los incidentes vividos en los aeropuertos de Gatwick y Heathrow (Londres), en los que la presencia de un dron, bien por error del piloto o con intenciones ilícitas, generó pérdidas millonarias.

El sistema 'Arms', una tecnología que Indra ya ha suministrado para empleo militar, es la base de una estrategia que para la compañía ha de seguir tres principios básicos: adaptación a las necesidades específicas del entorno que se protege, integración y empleo combinado de diferentes sensores y contramedidas, y uso redundante de sensores en número y ubicación.

RAPIDEZ, INTELIGENCIA Y PRECISIÓN

Otro de los objetivos de la compañía es desarrollar unos sistemas antidron capaces de identificar con rapidez el tipo y modelo y clasificarlo como amigo o enemigo, además de incorporar contramedidas blandas dirigidas y eficaces para no interferir en radares y sistemas sobre todo de aeropuertos. La colaboración de gobiernos, fuerzas de seguridad y operadores, reguladores, fabricantes de sistemas e investigadores resultará "imprescindible".

Además, a propósito de los aeropuertos, el sistema antidron deberá integrarse con sistemas de gestión de tráfico aéreo (ATM) y de gestión de aeronaves no tripuladas (UTM) para precisar aquellas naves autorizadas y distinguirlas de las que resulten una amenaza. En el caso militar, el sistema deberá integrarse con sistemas de defensa aérea.