El uso de Facebook está vinculado a peores percepciones sobre la salud física de los usuarios, principalmente porque se comparan con el resto de personas que integran esta red social, según ha concluido una nueva investigación de la Universidad de Surrey (Reino Unido).

En el primer estudio de este tipo, publicado en la revista 'Heliyon', los investigadores analizaron la relación entre Facebook y las percepciones de los usuarios sobre su salud física. 175 participantes, todos ellos usuarios de esta red social, participaron en una encuesta en la que identificaron sus tasas de autoestima, salud física percibida y satisfacción con la vida.

Los investigadores descubrieron que los participantes que se comparaban con otros en Facebook tenían mayor conciencia de las dolencias físicas, como los problemas del sueño, el cambio de peso y la tensión muscular. "La comparación social es un proceso en el que nos equiparamos con otros para evaluar nuestras vidas, y es más probable que ocurran cuando no estamos seguros de nuestra situación", explican los científicos.

Además, se descubrió que las mujeres y las que experimentaban ansiedad o depresión también percibían más síntomas. Los participantes que estaban más satisfechos con sus vidas y tenían altas tasas de autoestima se asociaron con menos síntomas físicos.

Los responsables del estudio creen que el mayor uso de redes sociales puede estar asociado con más oportunidades para compararse desfavorablemente con otros que se perciben "en mejor situación" que uno, tanto en el estilo de vida como en la salud.

"Compararse con otros no es un concepto nuevo; sin embargo, con el auge de las redes sociales se está convirtiendo en parte de nuestra vida cotidiana. El efecto a largo plazo que tiene Facebook sobre sus usuarios es desconocido, pero está claro que la comparación con otros está asociada con las percepciones de mala salud. Los usuarios deben ser conscientes de cómo se sienten cuando usan este tipo de redes sociales, y reconocer los peligros de las comparaciones en este contexto", concluye una de las autoras, Bridget Dibb.