La patronal de la industria digital en España Ametic ha lamentado la "acción unilateral" del Gobierno de España de continuar con la 'tasa digital' pese a la falta consenso en Europa en torno a la misma y ha advertido de que esta medida afectará "negativamente" a la economía española, ya que podría desincentivar las inversiones en el país y perjudicar la innovación.

En un comunicado, la asociación critica que el Gobierno siga adelante con el impuesto sobre Determinados Servicios Digitales sin que exista un consenso internacional entre países, ni a nivel europeo, cuando en una economía globalizada "cualquier nuevo impuesto a las empresas debe acordarse a nivel global a través de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)".

"España sería, por lo tanto, el primer país de la Unión Europea en aplicar una medida de este tipo, que impactará negativamente en la economía española, aumentando el coste del capital, desincentivando la atracción de inversiones respecto a otros países en los que no se haya creado este impuesto y, por tanto, reduciendo el crecimiento económico", incide.

Así, agrega que todo ello perjudicará tanto a la innovación como a la posición digital, situando a España "en una situación de desventaja competitiva respecto al resto de países europeos y del mundo, tratándose en la práctica de un impuesto a la exportación". Además, afirma que rompe con el acuerdo internacional de gravar los beneficios y no los ingresos y generaría problemas de doble tributación.

Según los resultados preliminares del Estudio de Impacto de la propuesta de impuesto sobre la economía española, que PwC está realizando a petición de Ametic y Adigital y que se presentará a principios de 2019, se puede observar cómo la traslación del impuesto a lo largo de la cadena de valor tendrá "efectos negativos" sobre las pequeñas y medianas empresas, los usuarios y consumidores y el emprendimiento.

A este respecto, ha remarca que una consecuencia de la que poco o nada se ha hablado hasta el momento es que la mayor parte del coste de este impuesto será soportado por las pequeñas y medianas empresas que usan las plataformas digitales y por el consumidor. De hecho, se estima que estas empresas experimentarán una reducción en sus beneficios de entre 528 y 634 millones de euros, según el estudio de PwC.