Con las aulas cerradas, el sector de las residencias de estudiantes da por perdido el curso 2019-2020. Sin embargo, el peso de los alumnos nacionales y el apetito inversor por estos activos inmobiliarios garantizan su recuperación tras la vuelta a las clases.

Uno de los mayores riesgos del sector en el ámbito global es la reducción de la movilidad internacional de estudiantes, la cual se espera que se vea reducida en el medio plazo. Pero, por suerte o por desgracia, España no es Estados Unidos o Inglaterra.

Como explica Pablo Callejo, director nacional Alternative Sector en CBRE España, nuestro país “está más protegido respecto de este efecto ya que más del 75% de los estudiantes con necesidad de alojamiento son nacionales, al contrario que otros países donde la dependencia de estudiantes internacionales es mayor”. “Es cierto que hay una tendencia para que los nuevos proyectos estén tratándose de enfocar a estudiantes internacionales, por vamos a ver cómo éstos se enfocarán a público local”, apunta.

Además, si algo bueno tiene este sector, expone Pablo Callejo, es “su resilencia, que la necesidad de alojamiento en residencias seguirá existiendo porque está basado en necesidades y no en demandas”.

El apetito inversor

La segunda gran fortaleza de este sector en España es el gran apetito del inversor en él. Con los tipos por los suelos (cuando no negativos), una enorme liquidez en el mercado y su aún incipiente desarrollo en nuestro país, los números cuadran.

Bien es cierto que las operaciones en curso se han paralizado a la espera de que concluya el confinamiento, tal y como confirma a Invertia Borja Varela, Alternative Asset Director Capital Markets en Colliers International. “Pero el interés inversor es muy notable en este mercado al estar avanzando en el análisis de nuevas oportunidades y posicionándose en las mismas para cuando el desconfinamiento empiece”, destaca.

Los inversores no se han ido, siguen estando ahí”, confirma Pablo Callejo. “Es cierto que mientras dure el periodo de confinamiento, como es lógico, las operaciones no se están produciendo, pero eso no significa que el interés de los inversores haya variado”, ahonda el ejecutivo de CBRE España.

“Si hay algo que tenemos claro es que los fundamentales del sector siguen estando ahí, y por lo tanto, el apetito inversor”, insiste Pablo Callejo. “España sigue teniendo un número elevado de estudiantes y va a seguir habiendo un gran déficit de camas, lo que unido a la resiliencia ya demostrada durante la crisis anterior hacen prever que va a seguir siendo un sector con mucho sentido para los inversores”, argumenta.

Borja Varela pone números a las palabras de Pablo Callejo. “Los fundamentales del mercado español son muy sólidos (oferta 93.000 camas para una demanda universitaria de 600.000 y una población universitaria de 1,6 millones de estudiantes) y la atracción de España como destino universitario es una realidad (calidad de educación universitaria, gastronomía, cultura, eventos sociales,...)”, indica.

Por eso, concluye, “los inversores mantendrán el interés en este tipo de activos fundamentalmente en desarrollos que estarían operativos en 2 a 3 años teniendo en cuenta el plazo de solicitud de licencias y construcción, y para entonces estimamos el mercado habrá recuperado la normalidad”.

Curso 2019-2020 perdido

Pueden contarse con los dedos de una mano los sectores que no están afectados por la pandemia del Covid-19. Y este no es diferente. Por ejemplo, EASO tiene tres residencias de estudiantes en Madrid. Si la ocupación en febrero era del 90%, en la actualidad ha caído al 30%. “La mayoría de los estudiantes regresaron a sus casas”, cuentan a Invertia desde la compañía fundada por la familia Baglietto Tardío en 1981.

La situación es tan crítica que los responsables de EASO ya afirman abiertamente que el Covid-19 “va a afectar muy negativamente” a sus cuentas. Mientras no haya clases, estas residencias han hecho un descuento del 15% a sus residentes en las mensualidades.

Borja Varela confirma que “los principales operadores presentes en el mercado de residencias de estudiantes en España han optado por aplicar moratorias en los meses de confinamiento y también por considerar el impacto del Covid-19 en sus ingresos y rentas en su estrategia de marketing”.

Los daños no acabarán en junio. Aunque no hay clases, Borja Varela recuerda que “los ingresos de una residencia en los meses de verano suelen estar entre un 10-15% de la facturación total – la mayoría provenientes de estudiantes extranjeros que vienen a España a hacer cursos de idiomas, cursos deportivos, etc.– y parece que los propietarios también van a sufrir en este sentido dadas las perspectivas que hay actualmente en cuanto al turismo, congregaciones de muchedumbres y apertura de comercios”.

A pesar de todo, los expertos del sector coinciden en que se espera que la facturación se recupere en cuanto comience el curso académico 2020-21”. Y los inversores siguen ahí.

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