Son ya cuatro años los que el euríbor viene marcando cifras negativas. Aunque en las últimas semanas el valor al que se mueve este indicador hipotecario ha subido ligeramente, hasta situarse en torno al -0,25%, las tasas negativas continúan favoreciendo a los hipotecados, que tienen la posibilidad de conseguir préstamos con intereses mucho más reducidos respecto a años anteriores. 

Aun así, la posibilidad de acceder a una hipoteca, por muy barata que sea, no es igual para todos. Existen ciertas condiciones que hay que cumplir, por lo que dependiendo de cada perfil se podrá acceder a un tipo de hipoteca u otra y, también, a una casa con diferentes características. En términos generales, los requisitos que analiza el banco tendrán que ver con nuestro perfil financiero y situación laboral. Es decir, nuestros ingresos y gastos, la cantidad de dinero que se tenga ahorrada y el plazo al que estemos dispuestos a pagar la hipoteca

En estos casos, el banco pedirá tener disponible al menos el 20% del precio de la vivienda. Este porcentaje supone una primera cibra, porque obliga a examinar inmuebles que se adapten a nuestro perfil. 

CUESTIÓN DE CÁLCULOS

Supongamos, por ejemplo, que Juan tiene unos ingresos netos mensuales de 1.500 euros. Esta cifra supone unos ingresos anuales totales de 18.000 euros. Entre los requisitos que los bancos exigen para prestar el dinero se encuentran, por ejemplo, la obligatoriedad de que la cuota de la hipoteca no supere el 30%. En este caso, Juan no podría destinar más de 450 euros al pago de las cuotas mensuales. Teniendo esto en cuenta, para conseguir una hipoteca que supere los 100.000 euros, Juan tendrá que amortizarla a un plazo que le permita asumir las cuotas, sin que estas superen ese 30%. Como mínimo, deberían ser unos 30 años. 

Con estas condiciones, Juan podría conseguir una casa de, aproximadamente, 130.000 euros, según los cálculos de la herramienta que te proporcionamos desde Finect e Invertia al final del artículo. Para ello, Juan tendrá también que afrontar los gastos de la casa, además de los intereses del préstamo. A estos costes se sumará la entrada que tendrá que abonar por la vivienda. En este caso, deberá contar, al menos, con casi 27.000 euros.   

¿Pero qué pasaría si Juan quisiera pagar la hipoteca en 20 años? Con un plazo menor, tendría que destinar un porcentaje de su sueldo muy elevado para poder permitirse una vivienda con las mismas características que la anterior. Y, en este caso, el banco probablemente no estaría dispuesto a concederle la financiación, por lo que deberá aspirar a una casa más barata. En concreto, la entidad le daría una hipoteca de unos 80.000 euros aproximadamente. A esta, deberá sumar los gastos y los intereses del préstamo hipotecario. Además, deberá pagar la entrada, que serán en torno a los 20.000 euros, por lo que la vivienda a la que podría acceder tendrá un valor de 100.000 euros. 

Sin embargo, en medio de esta situación, a Juan le ha surgido la posibilidad de comprar la vivienda junto con su pareja. Si se compran la casa a medias, los dos se repartirán los gastos al 50%. Los ingresos netos mensuales de la pareja ascienden a los 3.000 euros, ya que cada uno percibe 1.500 euros. Por ello, aunque amortizasen la hipoteca al mismo plazo que antes (es decir, 20 años), la casa a la que podrían aspirar superaría los 200.000 euros. Aunque, eso sí, para ello necesitarían tener unos ahorros conjuntos de, como mínimo, 40.500 euros para hacer frente a la entrada de la casa. 

Además, si redujeran el plazo en cinco años, es decir, amortizando la hipoteca en 15 años, podrían seguir accediendo a una casa con mejores características que si lo hiciese Juan por su cuenta, ya que el valor de sus ahorros unido a sus ingresos netos mensuales le permitirían comprar una casa de unos 135.000 euros, consiguiendo una hipoteca de casi 110.000 euros. 

Y es que dependiendo de la situación económica y personal de cada persona, la vivienda a la que podremos aspirar será diferente, así como los años durante los que pagaremos el préstamo hipotecario. Además, la hipoteca será más barata cuanto menor tiempo dediquemos a amortizar la deuda. Por este motivo, conviene consultar cada caso concreto y saber si podremos o no permitirnos una vivienda antes de elegirla.

¿Qué casa puedes comprarte?:

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