Las claves
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Interconexiones, acelerar los permisos -permitting- e impulsar las herramientas de flexibilidad (demanda y baterías, entre otros) son los tres pilares del Paquete de Redes Eléctricas (Grid Package) que presenta este miércoles 10 de diciembre la Comisión Europea para acabar con los actuales cuellos de botella.
"El apagón en España y Portugal, los problemas en los países bálticos por la invasión de Ucrania y la dificultad de conectarse a la nueva demanda tiene que tener solución", explican fuentes oficiales de la Comisión Europea a EL ESPAÑOL-Invertia en Bruselas.
Y todo eso tiene una traducción directa en pérdida de dinero, en concreto, de 5.200 millones de euros en 2022 y que podrían aumentar a 26.000 millones de euros en 2030, según el regulador europeo ACER (Agencia de la Unión Europea para la Cooperación de los Reguladores de la Energía).
Por eso, la UE quiere que se adopte un nuevo enfoque para construir una red energética transfronteriza y nacional más robusta, porque se centrará en el sistema eléctrico, pero también podría abarcar las redes de hidrógeno verde y captura de carbono.
El plan, primero, es identificar dónde se necesita inversión y encontrar proyectos para darles solución, y finalmente impulsar a los países de la UE a coordinar mejor la infraestructura energética a través de las fronteras y las áreas afectadas.
Las redes eléctricas europeas son antiguas y los expertos insisten en que es necesario modernizarlas. Se estima que entre el 40 y el 55% de las líneas de baja tensión tendrán más de 40 años en 2030.
Un informe del Parlamento Europeo del pasado verano destaca en particular la importancia de una financiación suficiente para alcanzar los objetivos de una red moderna.
"He perdido la cuenta de cuántas veces he escuchado estos problemas de partes interesadas frustradas, desde grupos de la sociedad civil hasta industrias pesadas. Y tienen razón. La carga del papeleo se está convirtiendo en uno de los mayores obstáculos para la transición a la energía verde", publicó hace unos días en redes sociales Dan Jørgensen, comisario europeo de Energía.
"Los permisos ahora representan más de la mitad del tiempo total de implementación para proyectos de infraestructura energética y pueden demorar hasta 9 años las renovables. ¿El coste? Cientos de gigavatios de energía limpia y asequible sin usar".
Subida del precio de la luz
Uno de los principales problemas a los que alude el plan es evitar que las ineficiencias y la falta de una integración plena repercutan negativamente en los precios de la energía para los consumidores y las empresas.
En vista de la creciente demanda de electricidad, se requieren importantes inversiones y mejoras, junto con una supervisión regulatoria, para aumentar la capacidad de transmisión a nivel transfronterizo y nacional y modernizar la infraestructura. Así, se pretende garantizar un sistema eléctrico descarbonizado, flexible, más descentralizado, digitalizado y resiliente.
"Con estos costes tan altos, nuestra industria no puede exportar, y eso le penaliza para competir en un mercado internacional", continúan las mismas fuentes en Bruselas.
Y aunque el plan es mejorar las redes eléctricas, el objetivo sigue siendo el mismo: más renovables integradas en la red, junto con la energía nuclear y otras herramientas, como la eficiencia energética, para continuar hacia un objetivo de descarbonización.
Hay que mantener el equilibrio del triángulo de la política energética formado por la sostenibilidad, la seguridad del suministro y la asequibilidad. Es fundamental para el éxito de la transición energética y para confiar en un sistema energético europeo.
No tiene peso legal, pero se prevé que proponga una legislación específica, que los jefes de Estado y el Parlamento Europeo deberán debatir y aprobar antes de su adopción. La iniciativa pretende agilizar la tramitación de permisos y apoyar la electrificación de sectores que actualmente dependen de combustibles fósiles.
Periferia de la UE
Según un informe de Euractiv, el Paquete de Redes Eléctricas se centrará en ocho proyectos energéticos que podrían ser clave para lograr precios de la energía más bajos en Europa.
"La industria europea tiene un ratio medio de diferencial de precios eléctricos con Estados Unidos de 2,2 y con China de 2,1. Mientras que en el gas la diferencia con Estados Unidos es aún mayor, de 3,9 puntos, y de 1,2 puntos con el gigante asiático", añaden las mismas fuentes.
Y se prevé que los proyectos que recibirán un trato especial se encuentran en la periferia de la UE: cinco de desarrollo de infraestructura eléctrica, dos de gasoductos de hidrógeno y uno de gas se han identificado como posibles soluciones a las deficiencias estructurales del sistema eléctrico europeo que siguen incrementando los costes.
"Las interconexiones entre Francia y España siguen siendo muy inferiores a los objetivos marcados en los planes europeos, y eso hay que mejorarlo, más aún después de lo que pasó con el apagón en el mercado ibérico. Si hubiera habido mejores interconexiones, a lo mejor se hubiera evitado", concluyen las mismas fuentes.
